Un turista francés fue multado por las autoridades de Cerdeña por intentar llevarse casi 2 kilos de arena de una de las playas de Cerdeña en su maleta.
Una ley introducida en 2017 prohíbe recoger arena de las playas locales y prevé multas de entre 500 y 3.000 euros (entre 600 y 3.550 dólares) o incluso penas en la cárcel.
El hombre, ha tenido que pagar la multa de 1.000 euros cuando se preparaba para embarcar un vuelo en el aeropuerto Cagliari Elmas con la botella con arena guardada en su equipaje.
Un portavoz del cuerpo forestal de la isla ha explicado lo sucedido a la CNN: “la botella fue confiscada y ahora está en nuestra habitación de operaciones con otros objetos que se confiscan en el aeropuerto. Al final del año solemos tener varias botellas de arena que se amontonan en ese cuarto”.
Las autoridades recordaron, además, que este tipo de comportamiento daña el medio ambiente y compromete el uso sustentable de las playas de la isla.
“El año pasado descubrimos una web que vendía botellas con arena de Cerdeña como souvenirs. Se ha convertido en un fenómeno bastante frecuente en Europa”, asegura el portavoz de los forestales. Por ello, los controles son “mucho más rigurosos” y las sanciones “más serias”.
Cerdeña, un exótico destino
Es un rincón del Mediterráneo que parecen garantizar unas buenas vacaciones, un viaje diferente.
Su capital y ciudad más poblada es Cagliari. Está ubicada en Italia insular, limitando al norte con el estrecho de Bonifacio que la separa de Córcega (Francia), al este con el mar Tirreno y al sur y oeste con el mar Mediterráneo.
Las blanquísimas playas de Cerdeña y el azul increíble de sus aguas se comparan a menudo con las del Caribe.