Detenidos una holandesa y un catalán como organizadores del aquelarre

Los Mossos desalojan la ‘rave’ de Barcelona, tras pasarse 40 horas mirando pasmados la fiesta ilegal

Marcos de Quinto: "A lo mejor, en este caso, han recibido alguna llamada desde la fiesta avisándoles de que dentro hay alguno de ERC, de Junts x Cat o del PSC"

Los Mossos desalojan la 'rave' de Barcelona, tras pasarse 40 horas mirando pasmados la fiesta ilegal
Los Mossos llegan a la rave de Llinars. PD

Es para miccionar y no echar gota.

Cuando se teme que entre en España una tercera ola de la pandemia del coronavirus, se siguen registrando conductas totalmente irresponsables.

Después de 40 horas de fiesta ilegal e incumplimiento sanitario, los Mossos d’Esquadra han desalojado, a primera hora de la tarde de este 2 de enero de 2021, la «rave» de Llinars del Vallès (Barcelona), que concentraba desde la Nochevieja a unos 500 jóvenes, principalmente españoles, belgas y franceses en una nave en las afueras de la localidad.

Agentes de la permisiva, dubitativa y tolerante Policía autonómica catalana habían acordonado desde hacía horas la zona, aunque la «free party» seguía sin control.

Algunos asistentes, hartos de baila sin mascarilla y de contagiarse coronavirus, afirmaban al abandonar el recinto que ningún agente les había pedido identificarse ni les habían multado.

«Hay entre 500 y 700 personas, nadie lleva mascarilla o respeta la distancia de seguridad y circula la droga a punta pala; los Mossos tienen miedo de desalojar».

Los Mossos, conscientes del desairado papelón que una vez más les han obligado a interpretar las autoridades independentistas de Cataluña, aseguran haber identificado a todos los asistentes, a los que se multará por la vía administrativa con sanciones que pueden llegar hasta los 3.000 euros

Los dos responsables de la ‘rave’, una holandesa de 29 años y un chico de Tarragona de 22, pasarán en las próximas horas a disposición judicial acusados de desobediencia y de resistencia a agentes de la autoridad, y se enfrentan a una sanción administrativa de hasta 600.000 euros por incumplir la normativa anticovid.

Otros cinco juerguistas han sido imputados por su vinculación con la organización del evento y Mossos y Policía Local han identificado y denunciado a 215 asistentes a la fiesta, muchos de ellos extranjeros, que se exponen a multas de hasta 3.000 euros por saltarse las medidas contra la pandemia.

Del total de denunciados, un centenar son españoles, 35 franceses, diez italianos, tres andorranos y el resto de Austria, Países Bajos y Luxemburgo.

Les imputaran, si desde la Generalitat no llega contraorden, un delito de desobediencia grave a los agentes, según ha informado la policía catalana en un tuit .

Los Mossos han intervenido los equipos de sonido y material de la fiesta, y organizaron un dispositivo para identificar a los participantes y practicar tests de alcoholemia y drogas a los que se fueron conduciendo.

Los arrestados afrontan una sanción que puede ascender hasta los 600.000 euros, de acuerdo con el decreto ley aprobado por el Govern sobre el régimen sancionador que regula la tipología de las infracciones que contravienen la normativa.

PERFECTAMENTE ORGANIZADO

¿Pero cómo es posible que se haya organizado una fiesta de estas dimensiones? Según explica este testimonio, se trata de una rave perfectamente organizada y el lugar es de difícil acceso para evitar que los desalojen.

Desde hace días, sabían que se haría una rave en Catalunya por Fin de Año, pero nadie conocía la ubicación exacta.

Pasan la ubicación por un grupo de WhatsApp
Muchos de los asistentes pensaban que sería en Girona o en Tarragona y ya hacía días que se habían desplazado hasta estas zonas.

La tarde del 31 de diciembre, a través de un grupo de WhatsApp, los organizadores facilitaron la ubicación.

Los Mossos recibieron el aviso de que se estaba organizando una rave ilegal pasadas las campanadas y cuando llegaron hasta el lugar de los hechos vieron a una gran cantidad de gente en una zona de muy difícil acceso.

«Hay unas piedras en medio del camino para que no pueda entrar la policía. Además, hay un camino secreto por donde van entrando y saliendo los asistentes».

La mayoría de los asistentes son jóvenes de entre 20 y 28 años: «Aunque la mayoría son gente de aquí, hay un grueso bastante importante de extranjeros, sobre todo italianos y franceses,» comenta el chico. También ha aprovechado la ocasión para explicar que la entrada en la fiesta es completamente gratuita.

LAS DUDAS RAZONABLES

La Policía no da abasto a la hora de desalojar locales en los que tienen lugar fiestas ilegales, pero lo que no se esperaban los sorprendidos Mossos d’esquadra que tuvieron que intervenir en un macroevento en una localidad de la provincia de Barcelona fue que se quedasen quietos y aguardasen en el exterior.

Todo se inició unas horas antes de dar comienzo el año 2021.

En Llinars del Vallès (Barcelona) se organizó una macroquedada en un almacén abandonado para despedir 2020 y recibir a todo trapo el 2021.

Amén de que se incumplieron todos los protocolos, número máximo de personas, distancia de seguridad o el uso de la mascarilla, el toque de queda se saltó impunemente.

Sin embargo, cuando la policía autonómica se personó en la zona e iban a actuar para desalojar el recinto, recibieron la orden de quedarse en el exterior y esperar únicamente a que los asistentes fueran saliendo y proponerles para una sanción administrativa.

Toni Cantó, de Ciudadanos, no daba crédito al hecho:

Marcos de Quinto iba más allá y aseguraba que todo tenía una cierta lógica dado el nivel de politización al que ha sido sometido el cuerpo de los Mossos d’esquadra.

El exdiputado nacional de Ciudadanos recordaba que esos mismos agentes eran los que recibieron consignas de no actuar cuando los CDR invadían las vías del AVE o cortaban con barricadas las principales arterias de Cataluña y así provocar un auténtico colapso:

Pero es más, De Quinto consideraba la posibilidad, nada descabellada, de que en realidad los agentes autonómicos hubiesen recibido el aviso de no desalojar a los asistentes al macrofiestón ante la posibilidad de que entre los mismos pudiese haber un pez gordo de JxCAT, ERC o del PSC-PSOE:

La macrofiesta en Barcelona que los Mossos no quisieron desalojar por motivaciones políticas

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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