Si dispones de 3 o 5 días disponibles, te invitamos a que los inviertas en una visita única a la isla del Hierro. Una encantadora isla repleta de naturaleza, playas de ensueño y unos pueblos desbordantes de encanto que te permitirán desconectar del trajín diario. ¿Buscas un plan así? ¡Pues claro que sí!
Aunque es cierto que las restricciones de movilidad y los cierres perimetrales todavía están vigentes, se prevé su levantamiento en breve, especialmente cuando avance la vacunación de la población. Por lo tanto, te animamos a que hagas tus deberes y –tras este obligada pausa por la pandemia– empieces a sacar de nuevo el viajero curioso que todos llevamos dentro.
¿Cómo viajar al Hierro?
Además de los vuelos en avión, podemos plantarnos en esta fabulosa isla a bordo de un ferry. Un medio que nos brinda la experiencia de disfrutar de la travesía, del aire fresco de la cubierta e incluso de darnos un remojón en la piscina a la espera de atracar en el puerto del Hierro.
Sin duda, este medio de transporte se está consolidando entre las familias con niños y aquellos que apuestan por viajar con su propio coche. También los devotos de los viajes en autocaravana, que cada vez abundan más, encuentran en los ferrys la solución perfecta para dar rienda suelta a sus viajes con la casa a cuestas.
Piscinas naturales a manos llenas
Una vez que llegues a la isla, empieza a agendar visitas a fantásticas calas en las que los chapuzones alcanzan un nivel prácticamente celestial gracias a sus aguas color turquesa y la característica roca volcánica que las envuelve. En este sentido, anota inmersiones en el conocido como Charco Azul, la playa de Tacorón, playa el Verodal, la piscina natural de La Maceta o el pozo de las Calcosas, entre otras. En definitiva, comprobarás que esta isla procura unas experiencias de baño completamente diferentes.
Ruta de la Llanía
Quienes adoren los paseos por la naturaleza y hartarse a caminar encontrarán en este senda la mejor excusa para calzarse las botas. A lo largo de siete kilómetros disfrutarás de imponentes bosques de helechos que te acompañarán gran parte del camino hasta llegar a arenas negras de las calderas y la increíble panorámica. Para ello tendrás que viajar hasta el nordeste de la isla. En concreto, hasta el municipio de Valverde.
Punta de la Restinga
Quienes no se conformen con la superficie de la isla, y quieran incluso mirar lo que hay debajo de sus aguas, no pueden perderse los tesoros que oculta la Reserva Marina de la Punta de la Restinga. Este curioso entrante de tierra en el mar constituye el punto más meridional de España y supone todo un reclamo para los amantes de las aletas de medio mundo. Una vez que te canses de husmear entre sus arrecifes, podrás pisar tierra firme y disfrutar del pueblo costero de la Restinga que te agasajará con su excelente gastronomía.
En definitiva, Lanzarote supone todo un manjar para los turistas que disfrutarán tanto su bello interior como sus costas y las aguas de las piscinas naturales. Por supuesto, esto que te hemos contado es solo un extracto de lo mucho que puede ofrecer la isla a quienes la visitan.