No se trata de correr mucho ni de pasarse horas determinando cuál es la ruta más corta: investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial —CSAIL, por sus siglas en inglés— del Instituto Tecnológico de Massachusetts —MIT, por sus siglas en inglés—, han mostrado recientemente que habría menos atascos si se hiciera un pequeño cambio en la forma en que la población conduce, según sq.
Se trata, ni más ni menos, de no ir pegados al vehículo de delante. El nuevo artículo de este equipo de investigadores argumenta que si todos mantienen la misma distancia entre los coches que están delante y detrás —lo que llaman “control bilateral”—, se llegaría al destino… ¡casi dos veces más rápido!
“Los humanos tendemos a ver el mundo en términos de lo que nos espera, tanto literal como conceptualmente, por lo que puede parecer en contra de la intuición mirar hacia atrás”, dice Horn, coautor del artículo con el investigador asociado postdoctoral Liang Wang. “Pero conducir así podría tener un efecto dramático en la reducción del tiempo de viaje y el consumo de combustible sin tener que construir más carreteras o hacer otros cambios a la infraestructura”, asegura.
Aunque reconoce que es poco probable que los conductores cambien sus formas de mirar adelante, sugiere que las compañías de automóviles actualicen sus sistemas adaptativos de control de crucero, e incorporen sensores a sus paragolpes delantero y trasero. Como sabréis, la mayoría de los sistemas actuales solo tienen sensores frontales.
De esa manera, aunque solo un pequeño porcentaje de los automóviles estuviera equipado con esots sistemas, el tráfico mejoraría notablemente. En el futuro, planean hacer simulaciones para comprobar si este método no solo es más rápido para los conductores, sino también más seguro.
Los investigadores se inspiraron, en parte, en la manera en la que las bandadas de estorninos se mueven en tándem. “Las aves han estado haciendo esto durante siglos. Para programar este comportamiento, querrás mirar a los pájaros a tu alrededor y no solo a los que están frente a ti”, dice Horn.
Según el equipo, durante décadas ha habido incontables artículos académicos analizando el problema del flujo de tráfico, pero muy pocos sobre cómo resolverlo. El enfoque propuesto es conectar electrónicamente los vehículos para poder coordinar las distancias entre ellos, pero este tipo de métodos requeriría una coordinación detallada y una red masiva de vehículos conectados.
Por el contrario, el enfoque del equipo CSAIL simplemente necesitaría un nuevo software y algunas actualizaciones de hardware que no son especialmente caras. “Nuestro trabajo muestra que, si los conductores mantienen una distancia igual entre los coches a cada lado, las perturbaciones en el tráfico desaparecerían a medida que se mueven por una fila de tráfico, en lugar de amplificarse para generar un atasco de tráfico”, concluye Horn.
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