FANATISMO, ISLAM Y MUERTE

Yihadistas: Retrato-robot del terrorista islámico

Yihadistas: Retrato-robot del terrorista islámico

Varón e inmigrante de primera generación, pero no plenamente integrado en la sociedad española, sino con los muyahidines que combaten en Irak, Chechenia, Palestina o Afganistán.

Éste es, a grandes rasgos, el perfil del aprendiz de guerrillero islámico de Madrid, Barcelona o Valencia.

Puede tratarse de una persona en paro, o con trabajo precario, en situación de residencia irregular, sin familia, que comparte alojamiento con otros inmigrantes. Pero no se deje engañar por las apariencias, también puede tratarse de un casado, con un empleo que le proporciona ingresos medios, con residencia legal en España y que incluso habla bien el castellano.

Éstas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el profesor Javier Jordán, experto del departamento de Ciencia Política de la Universidad de Granada, en un estudio sobre el yihadismo (de yihad o guerra santa) en España.

El asunto es preocupante porque, según Jordán, el yihadismo lleva camino de convertirse en un fenómeno estructural en nuestro país. En los últimos años, las redes del terrorismo islámico han captado nuevos miembros entre la creciente comunidad inmigrante -singularmente marroquí- y posiblemente mantendrán esa política en los próximos años.

Javier Jordán se pregunta qué tipo de individuos componen las redes del yihadismo en España. Se repiten dos rasgos: varón e inmigrante de primera generación.

Aunque no es posible establecer un único perfil pues «varían la nacionalidad, el tipo de población donde viven (pequeños pueblos, guetos y barriadas de clase media en grandes ciudades), la edad, el nivel de educación, el estado civil (soltero o casado con hijos en España o en su país de origen), el estatus económico, la situación legal en España y el modo como se desarrolló el proceso de radicalización», señala.

El problema para los expertos es tener un acceso fiable a los datos personales de muchos de ellos. No obstante, es posible recopilar información valiosa a través de fuentes abiertas, sobre todo la que ofrecen los medios de comunicación o la Oficina de Relaciones Informativas del Ministerio del Interior cuando se producen detenciones de terroristas o de sospechosos.

El profesor Jordán distingue dos grandes categorías: los socialmente integrados y los socialmente marginados.

«El primer grupo incluye a personas casadas, con un empleo poco cualificado pero que les proporciona ingresos medios. Han vivido en España durante varios años, con situación de residencia legal -unos pocos nacionalizados españoles- y hablan bien el castellano».

«Algunos han realizado estudios universitarios. Los hay de diferentes edades pero por lo general rondan la treintena. Si no fuera por su militancia yihadista, se podría decir que son personas que han tenido éxito en su proyecto migratorio».

 

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