Circula desde hace unas horas por la Red y las opiniones están divididas. En algunos blogs se afirma que el niño sufre un castigo público por robar una barra de pan. Se dice que ocurrió en Irán. En otros, los menos, se plantean dudas. 
Nosotros creemos que las imágenes son estremecedoras, pero no corresponden -al menos está vez- a la aplicación terrible de la sharia.
Barcepundit, que fue quien nos alertó sobre la serie de fotos, subrayaba en un primer post que «lo de decapitar a los especuladores bursátiles» – como propuso la semana pasa el presidente iranía Mahmud Ahmadineyad– «es de momento sólo una idea, pero atropellar con un camión el brazo derecho de un niño de ocho años por haber robado un poco de pan desgraciadamente no es simplemente eso». 
Y añadía con cierta sorna:
Es lo que nuestros partners en la Alianza de Civilizaciones, es decir, los iraníes, ya hacen hoy en día.
Como colfón iba el siguiente aviso: «las imágenes son muy fuertes«.
Puntualiza en un post posterior que «aparentemente hay dudas de si realmente se trata de un castigo o bien es un espectáculo de tipo circense».
En nuestra opinión, el micrófono en la mano del «verdugo«, la manta colocada sobre el asfalto, la secuencia de fotos… sugieren que se trata de una espectáculo callejero. 
En otras palabras, de uno de esos números de fakirismo con los que sobreviven los miserables en las gigantescas ciudades de Pakistán o India.
En cualquier caso, que la duda haya saltado y que muchos no consideren imposible que una atrocidad así pueda ocurrir en tierras del Islam, refleja bastante biern la enorme distancia que hay entre unas civilizaciones y otras. No todas son iguales. Las hay mejores y peores.
