Recuerdo haber escuchado en una ocasión a Robert de Niro que no estaba a favor d ela pena de muerte, pero si convencido de que algunos la merecen. No es el genial actor el único que piensa así. Isidoro Hidalgo, hasta ayer fiscal jefe de Cádiz, ha concedido este jueves una larga entrevista a Canal Sur Tv en la que afirmó tajante que «la prisión para un terrorista no sirve absolutamente para nada, sólo para que no cometa delitos en ese tiempo; no hay posibilidad de reinserción porque, si sale, volverá a delinquir». Cuando le preguntaron si lo que propone es, la pena de muerte, el fiscal escabulló el bulto con un neutro: «yo acato y respeta la Constitución«.
En su último día de trabajo, y con una jubilación deseada esperándole al otro lado de las Puertas de Tierra, Hidalgo no se ha mordido la lengua.
A una pregunta del periodista Modesto Barragán sobre la cadena perpetua, Isidoro Hidalgo explicó que el terrorismo merece un enfoque «especial«:
«El terrorista no es un delincuente normal, sino un luchador, una suerte de soldado sin uniforme que desea eliminar al adversario y hacer la guerra civil; ¿alicaría usted Estado de Derecho en tiempos de paz a un estado de guerra?»
La pregunta queda en el aire.
