Destinan al asesinato el dinero recolectado para construir la mezquita

El emir de Vilanova i la Geltrú y sus fieles seguidores usaban el dinero recolectado oficialmente para construir una mezquita, en pagar viajes de terroristas a Irak. De los fondos recaudados para financiar el terreno sobre el que se levantaría el templo musulmán no hay rastro, porque se usó -entre otras cosas- para masacrar a 19 italianos en Nasiriya.

La Audiencia Nacional ha ordenado ya el ingreso en prisión de 14 de los 17 detenidos que han prestado declaración.

Jorge A. Rodríguez refvela este domingo en El País que las investigaciones sobre las dos células, consideradas por policía y Guardia Civil como «las más importantes» desarticuladas en España hasta la fecha, están desentrañando la madeja del islamismo más violento y su funcionamiento.

Los servicios antiterroristas saben ya cómo la red dirigida por Mohamed Mrabet Fahsi desde Vilanova i la Geltrú captaba acólitos.

Primero se fijaban en jóvenes desarraigados (generalmente personas sin papeles, con poco arraigo familiar y sin trabajo). Una vez señalados, el imán Mohamed Samadi o su sustituto, Mustafá Es Satty, introducían referencias al islamismo violento para conocer la reacción de los captables.

Los investigadores comprobaron que la mezquita estaba dirigida por Mohamed Mrabet y que las labores del imán las realizaba Mohamed Samadi, cuyo discurso es de carácter radical, sobre todo en la oración de los viernes, en la que se pedían oraciones para los muyahidin o para las personas que habían dado su vida por la yihad (guerra santa).

En el caso de que la reacción fuera favorable, el candidato era llevado a reuniones reducidas que se celebraban en domicilios privados, generalmente en las calles Lepanto o Providencia, o en la propia mezquita de Al Forkan, en Vilanova, cuando acababan los rezos. En esas reuniones restringidas participaban entre 12 y 15 personas, siempre en torno a Mohamed Mrabet y Samadi.

Las reuniones se celebraban «a horas intempestivas» y quienes acudían o salían de las viviendas adoptaban grandes medidas de seguridad. Se hicieron especialmente intensas a partir de agosto de 2004, según el auto de prisión dictado anteanoche por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. Éste ha enviado a prisión a siete de los ocho detenidos que fueron puestos en su presencia en la tarde noche del viernes.

El líder ideológico y orgánico del grupo era Mohamed Mrabet, posición que compartiría con Samadi. Éste también se encargaría de recaudar fondos en la mezquita para «el envío de dinero destinado a sufragar actividades terroristas». El imán ejercía «un estricto control sobre el dinero», según los investigadores, y presumía de que gracias a su gestión la mezquita tenía superávit.

Pero ese superávit no se encuentra. Tampoco se encuentra el dinero que la dirección de la mezquita había acumulado con el fin de comprar el terreno para edificar otro templo. Los detenidos han asegurado que ese dinero fue desembolsado, pero, al menos hasta el momento, los investigadores no han podido probarlo documentalmente.

De hecho, están convencidos de que tanto el citado superávit como el dinero para la mezquita nueva fueron utilizados para el envío de terroristas a Irak. Fuentes de la Guardia Civil aseguran que parte del dinero se utilizó para pagar el viaje de Belgacem Bellil (el terrorista suicida que asesinó a 28 personas en la base italiana de Nasiriya) y para dar una recompensa a los familiares del antedicho en Argelia.

Mohamed Mrabet, según el auto de prisión dictado por Andreu, «reclutó, adoctrinó y envió» a Irak a Belgacem Bellil, «poniéndolo a las órdenes del grupo terrorista de Al Qaeda, Brigadas de Abu Hafs Al Masri, lideradas por Abu Musab al Zarqaui». Estas brigadas fueron las primeras en reivindicar los atentados del 11-M en un comunicado enviado por fax al diario londinense editado en árabe Al Qods Al Arabi la misma noche de la matanza. El auto añade que la célula de Vilanova forma parte del Grupo Islámico Combatiente Marroquí, implicado en el 11-M y en los atentados de Casablanca (Marruecos).

Andreu ha enviado a prisión por el momento a Abdelhak Boudina, Hassan Mordoude (regresó a Barcelona tras combatir en Irak y ser detenido en Siria), Mohamed Mrabet Fahsi, Mohamed Samadi, Mustafá Es Satty, Mustafa Fawsi Ait Oudriss (portavoz de la mezquita) y Mounir Mrabet Fahsi. Por su lado, el otro juez que investiga estas redes, Fernando Grande-Marlaska, ha ordenado el encarcelamiento del turco Saffet Karakoc (también viajó a Siria e Irak), su esposa, la española Karima Benedicto Gallego, y cinco detenidos más.

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