Reunion de obispos en Shaqlawaa

Reunion de obispos en Shaqlawaa

Sandra Remon (Periodista Digital).- Amanece en Erbil y despues de desayunar los hombres de seguridad nos esperan en sus coches. Tres jeeps matriculados en distintas zonas de Iraq, ninguna es Erbil, para pasar desaparcibidos. Nos llevan al barrio cristiano de Anqagua. El mas seguro de Erbil. Vamos en busca de su Beatitud Emmanuelle III Dalie, el patriarca caldeo de Babilonia que viene de Bagdad.

Cuando llegamos a la casa en la iglesia cristiana caldea el ya no esta, asi que ponemos rumbo a Shaqlawaa, la localidad en la que tendra lugar entre obispos caldeos de todo el mundo, a 60 kilometros de Erbil. A pesar de que Erbil es mas grande que Shaqlawaa, la reunion tiene lugar alli porque en Erbil la concentracion de cristianos se restringe a un barrio, y esta localidad esta rodeada de pueblos cristianos.

Durante el trayecto nos encontramos con mas de una decena de controles de seguridad, un habitual aunque el Kurdistan no reciba este tipo de visitas. Tambien durante el camino, cada 100 o 200 metros, grupos de jordanos venden su gasolina. Repostamos y seguimos rumbo a Shaqlawaa, al norte.

Decenas de coches, guirnaldas decorando la entrada al pueblo y petalos de rosa en la carretera indican la visita de alguien muy importante para kurdos e iraquies. Bajamos de los jeeps, caminamos unos metros y a lo lejos se escucha el peculiar sonido de alegria de las mujeres de Oriente Proximo. Los soldados que custodian la iglesia caldea nos invitan a pasar.

Alli, su Beatitud Emmanuelle III Dalie habla al pueblo desde el atril y este le responde con aplausos. Junto a el, los arzobispos de Basora y Mossul, entre otros, con los que hemos tenido la oportunidad de hablar al final de la intervencion del patriarca y el besado de mano.

De nuevo en el coche, en un par de minutos llegamos a la casa en la que ahora se encuentra su Beatitud. Dos soldados armados custodian la zona desde el tejado y unos cuarenta mas lo hacen en la puerta.

Un humilde recinto con mesas y sillas de plastico ha hecho las veces de restaurante. Estamos invitados a comer y el rostro del padre Angel irradia felicidad. El arzobispo de Basora le ha agradecido no solo su visita sino su estancia en Basora en momentos de guerra ya que el fue el unico que accedio a prestar su ayuda en esta ciudad presencialmente, y la gratitud del pueblo, que se ha acercado en masa a ver al patriarca y al resto de obispos congregados en el Kurdistan.

Con una sonrisa que a penas le cabia en la cara, el padre ha apuntado:

Y luego dicen que la Iglesia esta cayendo

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