Sandra Remon (Periodista Digital).- Tras la guerra entre Iran e Iraq, muchos refugiados fueron traidos a campos de refugiados aqui en el kurdistan iraqui. Hoy he podido conocer uno de esos campos, a pocos kilometros del clan Barazani. 500 kurdos iranies viven aqui en 173 compartimentos que se dividen por familias. Recluidos las 24 horas y temiendo por su vida, estos iranies han hecho de este lugar su casa.
Kassem Adish tiene unos cincuenta anos y cinco hijos pequenos. Todos han nacido aqui, en su pequeno hogar de una decena de metros cuadradados. Para que un hospital si una mujer puede dar a luz en un zulo?
Adish vive aqui desde que hace once anos huyera del campo de refugiados irani en el que vivia temiendo por su vida. Este hombre kurdo irani, como la gran mayoria de kurdos refugiados en este campo, vivio la guerra en la frontera entre Iran e Iraq, y como todos, es un perseguido por su etnia:
Desde la montana combatiamos a los iranies, y ahora tememos por nuestra vida. Por ello tuve que alejarme todo lo posible de Iran. Por nuestra culpa los iranies entraban en el Kurdistan a por nosotros y nos tuvimos que venir. Aqui me siento mas seguro, aunque no puedo salir. Paso entre estas paredes las 24 horas del dia. Para salir, y si es estrictamente necesario, debo rellenar un informe que me entrega el responsable del campo de refugiados.
Este hombre, como el resto de refugiados no tiene tierra ni identidad. En su carne no aparece su nombre, sino el del partido del lugar (PDK)con el que el gobierno del Kurdistan le identifica.
El caso de estos hombres es estremecedor. Son refugiados en un pueblo sin identidad, con autonomia desde hace quince anos, pero que no termina por constituirse como un pais. Refugiados en tierra de nadie.
