El Kurdistán recoge a los mas pobres entre los pobres

El Kurdistán recoge a los mas pobres entre los pobres

Sandra Remón (Periodista Digital).- Continuamos el camino cargados con nuestra ayuda humanitaria y regalos para los niños. En las tres horas que tenemos libres antes de acudir al oficio caldeo en Shaqlawaa visitaremos dos orfanatos, uno para niños y otro para niñas y un asilo para hombres y mujeres ancianos.

Orfanato para ninos

Ya he hemos llegado al primero. Uno de los tantos orfanatos para niños desamparados que hay en Erbil. Al entrar he cometido el error de alargar la mano a uno de los propietarios. En el día que llevo aqui lo habia hecho sin problema, aunque en la gran mayoria de lugares me limito a saludar agachando la cabeza.

Hoy voy vestida de negro y he cubierto mi cabello con un velo del mismo color. Por ello, este kurdo me ha negado el apretón de manos. Wallid me ha explicado que me ha confundido con una musulmana y su religion no permite este gesto así que me he quitado el velo para tratar con ellos con normalidad.

Al llegar al centro en el que viven unos 60 ninos, diez de ellos se han acercado a nosotros y les he mostrado la revista Claro Oscuro de Mensajeros de la Paz. Les queria ensenar de donde venia y les he mostrados el mapa mundi. Uno de ellos me ha sorprendido contando los numeros del uno al diez en español. Era Alo, un niño kurdo que tuvo la suerte de disfrutar de unas vacaciones en un campamento de Merida, llevado por el padre Ángel. El resto de niÑos, al ver la revista parecÍan haber visto la mayor maravilla del mundo. Les he enseñado fotografias de ninos pobres de otras partes del mundo. Todos acariciaban las fotos. Después de entregarles una caja de ayuda nos hemos tenido que despedir.

Me llevo su sonrisa, que les honra si uno conoce sus diferentes situaciones y la soledad acompañada que viven en este centro.

Orfanato para niñas

A las niñas les extraña mi vestimenta musulmana siendo occidental, y eso que ya no llevo velo. Ríen nerviosas. Por unos minutos nuestra visita ha sido fuente de su felicidad.

Una de las ninas conocía un poco de inglés y hemos hecho buenas migas. Se llama Kurdistán y ha pasado toda su vida en el centro. Me llevo su fuerte abrazo y su sonrisa. Espero tener la suerte de regresar y volverla a ver.

Asilo para mayores

Hay hombres y mujeres aqui. Solos y pobres. El noventa por ciento no tienen familia y el Estado cubre los gastos. Sus ojos denotan tristeza y nuestra visita no les ha provocado tanta alegria como a los ninos. Han visto demasiadas brutalidades durante su vida y les cuesta hacer el amago de sonreir.

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