Los manipuladores mediáticos de la izquierda

Durante la Guerra Fría, bajo la presidencia de Ronald Reagan, el gobierno de norteamericano prestaba atención especial a los esfuerzos soviéticos por manipular a la opinión pública mundial contra Estados Unidos.

Escribe Kenneth R. Timmerman que se referían a estos esfuerzos soviéticos como «medidas activas». Una unidad especial de la Agencia de Información de los Estados Unidos, encabezada por el importante analista soviético Herbert Romerstein, registraba los trucos más virulentos de los soviéticos y los denunciaba como fraudes ante el público.

Entre las invenciones soviéticas se encontraban gemas tales como la afirmación, ampliamente aceptada antes de ser refutada, de que el gobierno norteamericano había inventado el virus del sida y que lo estaba extendiendo por todo el Tercer Mundo para diezmar a las poblaciones no blancas.

Hoy, los nuevos señores de la desinformación han emergido en Irán, Irak y los territorios palestinos.

Aunque el KGB ya no está detrás de sus esfuerzos para manipular la opinión mundial, una nueva entidad «corporativa» ha emergido. Sus agentes activos tienden a ser palestinos, que han aprendido los trucos de fabricar «atrocidades» israelíes.

Hoy exportan sus activos a Irak, y según los funcionarios israelíes con los que hablé recientemente en Jerusalén, han estado involucrados personalmente en inventar las «atrocidades» norteamericanas en Haditha y por todas partes de Irak.

Para difundir sus invenciones como hechos recurren con frecuencia a activistas izquierdistas que trabajan para Human Rights Watch o cualquier otra ONG. Son ayudados por una prensa dispuesta; desde los diarios de extrema izquierda Guardian o Independent en Gran Bretaña, hasta la televisión estatal francesa France2, que hoy defiende sus imputaciones ante un tribunal en un caso por haber inventado presuntamente el «asesinato» de Mohammad al-Dura en el 2000 que surgió con la segunda intifada y que mató cualquier esperanza de acuerdo de paz entre Israel y los palestinos.

El ejemplo más reciente de esta manipulación mediática nueva copiada al KGB llegaba a las pantallas el 9 de junio, cuando los medios internacionales difundían la imagen en todo el mundo de una niña palestina huérfana, llorando en una playa de Gaza después de que un proyectil de artillería israelí matase a toda su familia durante un picnic.

El único problema era que nunca ocurrió — al menos no como los medios contaron al principio la historia.

Un «experto militar» inventado por Human Rights Watch, Marc Garlasco, alegaba que un proyectil de artillería israelí disparado en respuesta a los ataques de misiles palestinos contra ciudades judías dentro de Israel había alcanzado la playa y matado a la familia de palestinos.

Los israelíes se mostraron de acuerdo con demasiada prisa en que la versión de Garlasco podría ser cierta. Habían estado disparando contra terroristas palestinos a varios cientos de metros de distancia, y acordaron iniciar una investigación. Pero conforme la investigación gubernamental israelí tenía lugar, todas las pruebas empezaron a señalar en otra dirección.

Garlasco, que resultó carecer de experiencia forense y de experiencia militar con artillería, nunca ha explicado cómo un proyectil de artillería de 155 mm puede explotar en medio de unas dunas sin dejar un enorme cráter. A pesar de esto, las corporaciones mediáticas internacionales le consideraron un «experto» cuando acusaron a Israel de las muertes.

Según la organización mediática francesa Media Ratings, la televisión France 2 citó a Garlasco proclamando que él había recogido metralla sobre la playa procedente de la artillería israelí.

Pero hasta los medios árabes habían informado de que la playa había sido limpiada de metralla por Hamas y los funcionarios palestinos de seguridad inmediatamente después del incidente.

Y los funcionarios israelíes me dijeron que los heridos que eventualmente fueron transportados a los hospitales israelíes habían sido presuntamente limpiados de la artillería por médicos palestinos.

Garlasco también manipuló una reunión que había tenido lugar con el director del cuerpo de forenses del ejército israelí que investigaba el incidente, el General Meir Klifi.

Después de una reunión de 3 horas con Klifi y otros funcionarios israelíes en Tel Aviv el 20 de junio, Garasco declaraba al Jerusalem Post que «he alcanzado un acuerdo con el General Klifi de que la causa más probable de la explosión fue una mina israelí sin detonar».

Pero un funcionario israelí presente en la reunión me dijo que eso no era cierto. «Acordamos que ningún proyectil israelí había sido lanzado contra la playa ese día, y que no podíamos determinar lo que causó la explosión», dijo «pudiera haber sido una antigua mina israelí o un proyectil sin detonar O podría haber sido un artefacto explosivo de fabricación casera». Los israelíes habían grabado esa reunión.

El gobierno israelí ha dicho que Hamas operaba una fábrica de explosivos que no queda lejos del lugar del accidente de la playa.

El Dr. Gerald Steinberg, de la Universidad Bar Ilán, ha estado siguiendo durante años a las organizaciones no gubernamentales que operan en Israel. «Human Rights Watch tiene una agenda política, basada en el ataque a Israel, y Garlasco no es quien dice ser», me dijo a Jerusalén.

Un informe previo de Human Rights Watch que utilizaba a Garlasco como «experto militar forense» hacía afirmaciones sin verificar e insostenibles de que Israel había registrado los vecindarios palestinos de Rafah, en la frontera entre la franja de Gaza y Egipto, dijo.

Las organizaciones de noticias colocaron la fotografía de una niña de seis años atacada por el terror, lamentando la pérdida de su familia en la playa de Gaza, en las portadas de todo el mundo.

Pero la fotografía, creen los funcionarios israelíes, había sido tomada por guerrilleros de Hamas que habían acudido a la escena después de la explosión, según muestra la nueva grabación de vídeo tomada inmediatamente después del ataque.

Los funcionarios militares israelíes identifican a un fotógrafo palestino vinculado a Hamas en la grabación de vídeo tomada después de la tragedia de la playa.

El fotógrafo llega con los terroristas de Hamas después de que los empleados de sanidad hubieran cubierto los cadáveres y los hubieran metido en las ambulancias, y puede vérsele dando instrucciones para «montar la escena para la sesión fotográfica», dijo un funcionario israelí que había visto la cinta.

El fotógrafo palestino prepara a la niña cuya fotografía llegaba a las portadas de todo el mundo, dice el funcionario.

«Esto es muy similar al caso Mohammad al Durá», dijo el funcionario israelí, «donde los directores de escena palestinos han creado hechos ficticios que muchos en los medios se tragaron sin críticas».

La presente muerte de un niño de seis años por soldados israelíes en septiembre del 2000 encabezó la segunda intifada.

Una investigación del ejército israelí, que examina todas las grabaciones tomadas por los cámaras palestinos en la escena concluye que es físicamente imposible que los soldados israelíes hubieran alcanzado al niño, puesto que estaban ubicados a la vuelta de la esquina.

Mohammad al Dura y su padre aparecen temerosos frente a palestinos armados apostados directamente al otro lado de ellos justo antes de ser alcanzados, en la grabación de vídeo que fue emitida por France 2.

Los palestinos intentan ahora exportar sus «masacres teatreriles» a Irak, según dijo un funcionario israelí.

Otro fotógrafo palestino, Mazén Dana, fallecía en Faluya en el 2004 cuando los soldados americanos le vieron animando a los residentes de Faluya a montar incidentes para un grupo de cámaras.

Los israelíes creen que Dana era simplemente uno de los muchos palestinos que desde entonces han acudido a Irak a ilustrar a los insurgentes iraquíes en técnicas de manipulación de medios.

Los abogados militares norteamericanos que defienden a los Marines a juicio por «la masacre» de Haditha del pasado noviembre harían bien en examinar mucho más de cerca la afiliación de los presuntos «testigos» que grabaron la cinta incriminatoria de las víctimas civiles después de las batallas casa por casa en Haditha entre los Marines y los insurgentes antiamericanos.

Encontrarán un patrón similar a muchas de las denominadas «masacres israelíes» en Gaza y por todas partes; sucesos manipulados, planificados y coordinados por manipuladores palestinos de medios, buscando lograr el máximo impacto sobre la opinión pública mundial.

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