EEUU asegura que terroristas procedentes de Irak se infiltran en países del continente. Instructores afganos y paquistanís entrenan a 600 islamistas en un campamento en Somalia.
Escribe Antonio Baquero en El Periódico que, por si no bastara con el hambre, las epidemias y las guerras, África se enfrenta a una nueva plaga: el terrorismo. Los ideólogos de Al Qaeda han desarrollado una estrategia africana basada en enviar a miembros de la red con la misión de convertir África en una base logística para atentar en Europa e Israel. La amenaza es tal que el Pentágono estudia crear un comando militar solo para África, como los que tiene para Europa o el Pacífico.
LA ESTRATEGIA
Un proyecto difundido a través de Internet
El artículo apareció en El eco de la yihad, una revista que apoya el terrorismo yihadí y que se difunde a través de internet. El título: Al Qaeda se va a África.
Su autor, el jeque Abú Azam al Ansari, uno de los ideólogos que difunden la estrategia de Al Qaeda en el ciberespacio, exhortaba a los muyahidines a desplazarse al continente africano y enumeraba las ventajas de ese despliegue.
«La gran debilidad y la corrupción de sus gobiernos facilitan a los muyahidines moverse y organizar acciones sin ser detectados», exponía el radical, que afirmaba que África presenta «más facilidades operativas que países con servicios de seguridad más sólidos».
EL PROBLEMA
Regímenes débiles que no controlan su territorio
La dificultad de muchos gobiernos africanos para controlar sus fronteras es, según este ideólogo, «una oportunidad de oro para moverse entre países». Abú Azam destacaba además que en África hay «una enorme cantidad de armas y material militar más fácil de obtener y más barato que en cualquier otro lugar».
Las decenas de conflictos armados que desgarran el continente producen, según Abú Azam, «muchos individuos deseosos de sacrificarse, cuya captación para la yihad sería muy beneficiosa».
Para este jeque, «África es una mina de oro inexplorada para la yihad». «La cercanía permite desplazarse desde el Magreb a Europa para perpetrar ataques», decía Abú Azam, que aseguraba que, desde África, se puede «renovar el conflicto en Egipto» y «atacar» Israel.
LA ENTRADA >> La progresiva infiltración de células de radicales
La nebulosa terrorista ya ha puesto pie en el continente. «En el 2005, ha habido una creciente aparición de grupos yihadís en África que intentan radicalizar a los musulmanes africanos», dice Reuven Paz, un experto israelí en terrorismo. EEUU no pasa por alto esa amenaza. Según el Pentágono, «pequeños grupos de radicales se están desplazando de Irak a África» en busca de «los desgobernados espacios» de países como «Sudán, Etiopía y Somalia». Esas fuentes, que califican de «creciente» la penetración de Al Qaeda en África, afirman que «esos radicales buscan armas y refugios».
El Centro Europeo para la Inteligencia Estratégica y la Seguridad asegura que, «desde el 2002, emisarios yihadís recorren el continente para reclutar voluntarios». El perfil que buscan «es el de africanos conversos al islam y de minorías musulmanas de países no islámicos (para evitar sospechas cuando viajen)».
LA ALERTA
Somalia puede reemplazar a Afganistán como base
Las alarmas las ha hecho saltar la Unión de Tribunales Islámicos (UTI), el movimiento islamista somalí que ha conquistado Mogadiscio y buena parte del país. El 23 de agosto, Hasán Dahir Aweys, el líder de la UTI, inauguró un campo de entrenamiento para radicales en Hilweyne, al norte de la capital. En el campo, donde reciben formación militar unos 600 islamistas, hay instructores de Afganistán y de Pakistán.
Aunque el líder de la UTI ha negado estar vinculado a Al Qaeda, EEUU ya lo ha incluido en la lista de personas relacionadas con la red de Osama bin Laden. Washington ve con inquietud cómo en Somalia se reproduce con la UTI el mismo fenómeno que en Afganistán con los talibanes: una guerrilla islamista que conquista poco a poco un país preso del caos y de los señores de la guerra.
El temor de EEUU es que Somalia, como Afganistán, se convierta en un país donde terroristas de todo el mundo vayan a buscar refugio, a entrenarse y a preparar atentados en otros países. El especialista Reuven Paz afirma que el gran peligro es que África se convierta «en una base alternativa a Afganistán».
EL SÁHARA
Intento de penetración extremista en el desierto
El otro foco de preocupación para EEUU es el Sáhara. Desde finales del 2002, los servicios de espionaje detectaron la intención de Al Qaeda de instalar con los terroristas argelinos del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) una base aprovechando los seis millones de kilómetros cuadrados del Sáhara.
Para conjurar el peligro, EEUU aprobó el plan Pan-Sahel dotado con 500 millones de dólares (unos 400 millones de euros) para formar a militares de Marruecos, Níger, Chad, Mauritania, Senegal, Túnez, Mali y Nigeria para mejorar el control de sus fronteras y evitar que los terroristas se muevan a su antojo. Además de darles equipos de vigilancia y vehículos, EEUU lleva tres años asignando más agregados militares y de espionaje a sus embajadas en África.
LA IMPLANTACIÓN
Extremistas en Nigeria, Benín, Senegal y Suráfrica
Pero la lacra está más extendida. En Nigeria, un país donde hay choques entre musulmanes y cristianos, un grupo de radicales ha fundado los Talibanes de Nigeria. Mientras, en Senegal, el jeque radical Adbelkader Fadlala Mamur hizo un llamamiento a la yihad y amenazó con ataques contra los intereses europeos. Mamur, expulsado de Italia en el 2003 por su extremismo, dijo disponer de «9.000 combatientes».
Además, grupos yihadís se expanden entre las minorías musulmanas de Uganda y Benín. Mientras, una información de las fuerzas de seguridad de Pakistán permitió la detención en Johanesburgo (Suráfrica) de dos paquistanís, a los que se ha acusado de planear atentados contra el Parlamento y el Hotel Sheraton.
Las autoridades surafricanas sospechan de la infiltración de miembros de Al Qaeda. «Se trata de individuos que han llegado buscando refugio o intentando crear redes», dijo el ministro de los Servicios de Información, Ronnie Kasrils. La CIA sostiene que Suráfrica «es uno de los países donde se refugian mandos de Al Qaeda».
LAS FINANZAS
Diamanantes en Sierra Leona y bancos en Mali
África es clave en el entramado financiero de Al Qaeda. La red de Osama bin Laden trasladó a África buena parte de los recursos económicos que tenía en Afganistán, constituidos por reservas de oro, divisas extranjeras y diamantes. El dinero recaudado en Europa y el Magreb por grupos salafistas está depositado en bancos de Mali. Además, según la ONU, miembros de Al Qaeda han estado involucrados en la compra de diamantes extraidos ilegalmente en Sierra Leona.
