Los comentarios del Papa sobre el islam y la mal llamada yihad (que significa esfuerzo) para referirnos a la «guerra santa» continúan provocando cólera e indignación en el mundo musulmán, a pesar de las declaraciones públicas de aflicción hechas por Benedicto XVI. La rama iraquí de la red terrorista Al Qaeda prometió ayer continuar la yihad hasta «la derrota» de Occidente en respuesta a las declaraciones del Santo Padre; una guerra que se declara ahora contra todo el mundo cristiano, pero que contra los líderes católicos en Iraq viene de atrás: amenazas de muerte y bombas en las Iglesias son el pan de cada día en este país.
La amenaza a gran escala contra el cristianismo y contra Occidente se declaraba este lunes. Al Qaeda promete iniciar una lucha que, avisa, va a ganar:
«Decimos al servidor de los cruzados (el Papa): prepárese a la derrota. Decimos a los infieles y a los tiranos: prepárense a lo que los aflija. Seguiremos nuestra yihad. Sólo nos detendremos cuando la bandera de la unidad flote en todo el mundo»
escriben.
«Haremos trizas la cruz. No tendrán más elección que entre el islam o la espada»
añaden, citando las palabras del profeta Mahoma que promete a los musulmanes «conquistar Roma«, y añaden que lo harán «como ellos conquistaron Constantinopla».
Pero en Iraq, este tipo de amenazas y acciones terroristas son el pan nuestro de cada día. Los arzobispos de Basora y Mosul, con los que tuve la oportunidad de hablar hace unos meses, me contaron el miedo con el que viven: temen salir por la posibilidad de un más que seguro secuestro, reciben cartas con amenazas de muerte y asisten al bombardeo de sus iglesias.
Radicales en Iraq
Tras las declaraciones del Santo Pontífice, en Iraq, un grupo de chiíes quemaron este lunes una representación del Papa y banderas alemanas en una manifestación convocada para protestar por las palabras de Benedicto XVI. Según los medios de comunicación iraquíes, cientos de chiíes participaron en estas protestas y exigieron una «disculpa«, que, bien es cierto, aún no ha llegado.
En Jordania, además, el Frente de Acción Islámica, el partido más fuerte del país, no dedujo pesar de las palabras pronunciadas el domingo por Benedicto XVI durante el rezo del Ángelus, en las que el Sumo Pontífice lamentó personalmente el malentendido creado por sus declaraciones y con ello la indignación desatada en el mundo islámico.
Católicos caldeos en Iraq
Durante mi estacia en Oriente Próximo hace unos meses también tuve la posiblidad de conversar con el patriarca de la Iglesia Católica Caldea, su Beatitud Emmanuelle III Dalie, que habló sobre la hermandad que debe existir entre las religiones:
«La patria es para todos y la religión para cada uno, porque lo que le pasa a mi hermano musulmán me pasa a mí y al contrario. Todos los iraquíes deberíamos trabajar juntos por la educación…».
Un tres por ciento de los iraquíes pertenecen a esta Iglesia católica, la Caldea y acuden a las iglesias a rezar por la paz en su país y en el mundo. Para ellos su beatitud Emmanuelle III Dalie viene a ser como el Papa para los católicos cristianos.
Amenazas de muerte y bombas en las Iglesias
Las amezas y la declaración de la «Guerra Santa» por parte de los terroristas islámicos está ahora de actualidad, pero el posicionamiento anti-católico de algunos radicales no es algo nuevo. Hablando con el arzobispo de Mossul, Boulos Rahmo, supe del miedo que tienen los líderes cristianos a que le secuestren:
«Estamos todo el día en casa porque tenemos miedo. No podemos caminar porque nos pueden secuestrar«.
El arzobispo contó que han puesto bombas en todas las iglesias cristianas de Mossul y apuntó que:
«Me han enviado 11 cartas de amenazas de muerte. Al día suiguiente de la primera bomba oficiamos una misa en la misma iglesia. Al día siguiente volvieron a bombardear otra iglesia, la de San Pedro, y volvimos a hecr una nueva misa».
Ahora la situación se recrudece más si cabe, pero está claro que responder a esta «guerra santa» no es la solución.
