La teoría conspirativa de la SER

Enrique de Diego (PD).- Nunca pensé que hubiera de enfrentarme a una teoría conspirativa de los míos, ni que estos hubieran adoptado tantas formas de pensar similares a la secta prisaica, como la descalificación personal y el juicio de intenciones.

Tengo a gala haber sido el primero o uno de los primeros en confrontarme con la teoría conspirativa montada por la Cadena SER y el PSOE en los días de infamia entre el 11 y el 14 de marzo y el primero, sin duda, en denunciar lo obvio: la fractura en la legitimidad de origen del Gobierno resultante de las urnas del 14 de marzo de 2004.

Por de pronto, es preciso recordar que sin la masacre de Atocha –y sin la manipulación del dolor y los sentimientos perpetrada por la SER, el PSOE, con la intervención estelar de Rubalcaba el día 13-, Mariano Rajoy habría ganado con mayoría absoluta y Zapatero no habría alcanzado el poder.

ESTIMACIONES DE VOTO

Aunque esta aseveración es un futurible indemostrable, pues se produjo la masacre, no es una elucubración. Tenemos, como elemento de análisis y de contrastación, los resultados del voto CERA, cuyo plazo de emisión se cerró el día 7; es decir, antes de que se produjeron los atentados. En los 334.730 votos remitidos desde 111 países, el PP ganó con una diferencia de 13 puntos. En concreto, el 51,14% de los votos, frente al 38,41% del PSOE. Dato muy significativo si se tiene en cuenta que desde 1986 ese voto se ha inclinado hacia el PSOE en porcentajes abrumadores.

Así, en 1987, la diferencia entre PSOE y PP fue de 38,7 puntos; en 1993 se acortó levemente: 32,2 puntos. En 1996, el PP ganó por escaso margen las generales, mas ahí todavía el voto de los emigrantes se inclina hacia el PSOE con una diferencia a favor de 27,83 puntos. Es en las elecciones de 2000, cuando Aznar consigue su mayoría absoluta, la primera vez que el PP gana con discreción en este segmento con 2,15 puntos porcentuales. A la vista de este historial comparativo, esos resultados de votos ya emitidos hubieran augurado una victoria amplia, previsiblemente por mayoría absoluta.

LA LABOR DE LA SER

La primera teoría conspirativa la montó la SER estableciendo como tesis la de la mentira del PP. Tuvo su momento estelar cuando la periodista Ana Tarradella informó de que «tres fuentes de la lucha antiterrorista han confirmado a la cadena SER que en el primer vagón del tren que explotaba antes de llegar a Atocha iba un terrorista suicida. Interior no lo confirma«. Falsedad de la que se hizo amplio eco Iñaki Gabilondo.

En propiedad, la SER desarrolló un proceso inductivo, en el que de continuo precisaba confirmarse a sí misma en su suposición. Puesto que las teorías conspirativas son omnicomprensivas y se autoblindan, la SER se autoengañó: establecer la demostración de la conjura está en el hecho de desmontarla. El argumento fue circular, del tipo: había una conjura, pero la SER la impidió, pero eso está muy lejos de ser una confirmación. En el fondo, la SER no aportó pruebas de la conjura, mas siempre la dio por supuesta, y eso le permitió desarrollar la propia.

LA IMPLICACIÓN ISLAMISTA

Reproduzco ahora párrafos de mi libro «Días de infamia del 11M al 14M«:

«En su primera comparecencia pública, en rueda de prensa tras la victoria electoral, una periodista norteamericana hizo la última pregunta a José Luis Rodríguez Zapatero: `Si el atentado terrorista ha modificado los resultados electorales, ¿no es el 14 de marzo una victoria del terrorismo?´. La cuestión afecta a la legitimidad de origen del Gobierno. El siempre sonriente Zapatero crispó el gesto. Negación rotunda: `Lo que ha sucedido es que en la sociedad española había unos grandes deseos de cambio, que el poder del Gobierno no dejaba aflorar´».

«La referencia al recurrente autoritarismo trata de eliminar un elemento de contrastación, un dato manifiesto del pasado: en las elecciones locales y autonómicas, celebradas tras las manifestaciones contra la intervención en Iraq, esos deseos de cambio no se manifestaron. Puede aducirse que, en ese caso, se elegía a alcaldes y presidentes autonómicos, y los electores decidieron que los miembros del PP no merecían un castigo, que reservaban para Aznar».

«Es una extraña suposición, sin fundamento alguno. En las elecciones anteriores, el respaldo de Aznar a Bush, que había motivado ya la toma de la calle, y el intento de derribar desde ahí al Gobierno, no tenía coste. El `no a la guerra´ ejercía, y así seguía siendo durante la campaña de las generales, la función de último reducto de convicción hacia una izquierda cuarteada y sin proyecto claro, más allá de la suma de varios, contradictorios entre sí».

«Fueron el atentado y la masacre los que establecieron el coste de la postura y el electorado decidió no asumirlo. Hubo un voto de rechazo, un voto de indignación y, por supuesto, un voto de miedo, que terminó por decidir la contienda. Se ejerció el sufragio bajo una especie de shock postraumático».

«¿Por qué esta curiosa tesis del PSOE que reduce la masacre, en términos electorales, al terreno de lo anecdótico? Por de pronto, hay que sentenciar la imposibilidad de que un asesinato en masa de tales dimensiones no produjera un efecto determinante –sí, determinante- en el cuerpo electoral. Tal aserto es una simple defensa de lo obvio. Lo demás, además de interesado, repugna a la razón y a las vivencias».

«Se trató de terrorismo indiscriminado, por lo que, al margen de las solidaridades retóricas, afectaba a todos: cualquiera podía haber sido víctima, hubiera bastado con ir en uno de los trenes, o podía serlo en el futuro en atentado similar. Hay, de principio, un dato contrastable del fuerte efecto sobre los electores: la participación subió siete puntos respecto a las generales anteriores. La negación de lo evidente es una forma extrema de ocultismo. ¿Por qué? Porque los resultados del 14 de marzo entrañan una fractura en la legitimidad de origen del Gobierno salido de las urnas».


ENLACES RELACIONADOS:

Las sorprendentes preguntas del Partido Popular sobre el 11-M

Los inconfesables secretos de los confidentes del 11-M

El 11-M y las teorías conspirativas

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído