La situación se recrudece día a día. Sólo en 24 horas, un total de 64 cadáveres han sido encontrados en distintas partes del país: flotando sobre las aguas del tigris o vendados, maniatados y cosidos a balazos en el suelo.
Sólo en la ciudad de Hadiza, en el centro de la provincia de Al Anbar, de mayoría suní, el hospital provincial ha recibido 33 cadáveres, según el director del hospital, Walid Al Abiri. Los cuerpos han sido encontrados tirados en el suelo, en las cercanías de un río, por los guardas de caminos de Hadiza, a 190 kilómetros al oeste de Bagdad.
En la capital, Bagdad, fuentes del Ministerio del Interior han afirmado que las patrullas policiales han encontrado 15 cadáveres de identidad desconocida en distintos barrios de la capital.
En la provincia de Wasat, la policía ha hallado tres cadáveres flotando en el río Tigris, y cinco más tirados en campos agrícolas en la ciudad de Suira. Posiblemente todos ellos fueron víctimas de los violentos tiroteos protagonizados por hombres armados y la policía iraquí en esta ciudad situada a 50 kilómetros al sureste de Bagdad.
Por último, en la ciudad de Baquba, 65 kilómetros al este de Bagdad, la policía ha encontrado en el sur de la ciudad ocho cadáveres con los ojos vendados y cosidos a balazos.
