(PD/Agencias).- Muy mal tienen que estar las cosas para que el presidente palestino haya pedido apoyo internacional pàra evitar la inminente ‘guerra’ entre las facciones palestinas Al Fatah y Hamas después del fallecimiento de cinco personas, tres de ellas niños, este martes.
Palestina está al borde de la guerra civil a raíz de los enfrentamientos entre los partidarios del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Abu Mazen, y de Hamas, partido del primer ministro Haniya.
Mazen quiere una reunión con el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, quien ha aceptado la propuesta; claro que poco apoyo recibirá de los hebreos por lo que la ayuda internacional puede ser fundamental.
Especialmente después de los enfrentamientos que han costado la vida a cinco personas, tres de ellas niños que acababan de salir del colegio. Y es que, aunque se había anunciado una tregua este domingo, este martes se han reanudado los tiroteos en la franja de Gaza.
Ya este lunes, Mazen se reunió con Tony Blair sobre el que aseguró que tiene «el deber de encontrar la solución» después de la crisis destada tras el ascenso de Hamas, quienes no reconocen al Gobierno de Israel y se han negado a cesar la lucha armada.
El presidente palestino afirmó que seguirá apostando por las elecciones anticipadas pese a la oposición de la facción que ostenta el Ejecutivo. Así se expresó durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro británico quien pidió, en una visita sorpresa, que el mundo apoye al mandatario árabe.
Mazen espera que un paso adelante en el proceso de paz con Israel persuada a su pueblo de que le apoye en la recuperación del control sobre el Parlamento palestino y el Ejecutivo, que ahora controla Hamas.
Tras convocar los comicios el sábado, el movimiento islámico acusó al líder de la ANP de tratar de hacerse de forma ilegal con el Gobierno. Un portavoz de Hamas, Ismail Radwan, declaró que la insistencia para mantener el anuncio de elecciones es «un golpe de Estado contra la soberanía y la democracia».
