El negocio de Sadam `el ahorcado´


Han montado un negocio multimillonario. Unos, los fanáticos funcionarios chiíes que estaban en el cadalso, vendiendo vídeos domésticos a las televisiones árabes. Otros, convritiendo eso en películas o haciendo muñecos. Son imágenes tomadas a pulso. Temblorosas. En una habitación casi a oscuras. Varios encapuchados escoltan a Sadam escaleras arriba.

Barba arreglada. La misma gabardina que llevó durante el juicio. La misma frialdad en el rostro. Sin embargo, la novedad pende de su cuello. Una reluciente cuerda amarilla anudada con siete vueltas y casi del tamaño de su cabeza aguarda quieta para terminar con su vida. De fondo, gritos exacerbados.

Algunos de los presentes vociferan alabanzas al chií Muqtada Al Sadr. «Muqtada, Muqtada». Más ruido. Los elogios son ahora para Mohamed Bager Al Sadr, padre del anterior, asesinado en 1998 en pleno régimen de Sadam Husein.

Luego, otro grito más rotundo:

«¡Sadam, vete al infierno!». Tan sólo una voz parece pedir respeto: «Por favor, el hombre va a ser ejecutado».

El dictador, 69 años cumplidos, se crece ante el cadalso. Parece la mejoría del enfermo que agoniza.

«¿A esto le llamáis hombría?», provoca a los asistentes. De pronto, la cuerda se tensa. Su cuerpo pende de la soga.

Sólo unos segundos después, la grabación clandestina se centra en la cabeza del ex dictador. En su mirada perdida. El tirano acaba de ser ajusticiado.

Su final queda inmortalizado en dos minutos y treinta segundos. El tiempo exacto que tardó uno de los presentes en grabar con su teléfono móvil la muerte de Sadam Husein. Apenas un suspiro para convertir al ex dictador iraquí en diana del más agresivo merchandising. Sólo hubo 20 testigos.

Ahora, una semana después, ya lo ha visto todo el mundo. Sólo en internet tiene más de siete millones de descargas en Youtube.

LOS MUÑECOS SANGRIENTOS

Una empresa de EEUU, dedicada a crear figuras de personajes populares, comercializa desde hace una semana un macabro muñeco del ex dictador iraquí con la soga al cuello.

‘Sadam colgado de una soga» es la última figura de acción creada por Herobuilders, una pequeña empresa de Connecticut que desde hace cuatro años elabora figuras de plástico y articuladas de personajes populares de la vida política y social.

Emil Vicale, presidente y fundador de la compañía, ha declarado que se decidieron a lanzar el nuevo muñeco porque «Sadam ha sido el personaje del año».

«Tenemos otros tres modelos en diferentes momentos de su carrera, así que creímos que sería genial hacer la última figura de acción de su vida», explicó.

Desde el pasado viernes, horas antes de que Sadam fuera ahorcado, cualquiera que visite la página web de la compañía puede hacerse con su réplica de unos 30 centímetros de altura, que guarda gran parecido con el personaje de carne y hueso.

La aparición del producto ha suscitado numerosas críticas contra Herobuilders, algo a lo que Vicale perece acostumbrado, debido al tipo de juguetes que comercializa.

«Nos critican todo el tiempo. Es imposible que todo el mundo esté contento. No me importa lo que piensen los demás, porque si me importara no estaría en el mundo de los negocios», afirmó. El empresario aseguró que desde el viernes no han parado de recibir encargos del muñeco, por lo que está convencido de que «será un éxito de ventas».

no ha sido el único de la familia Husein reproducido por la empresa estadounidense. Su hijo Uday, abatido por las tropas de EEUU, cuanta ya con dos figuras en la colección, una previa a su muerte, y la otra, ensangrentado, tal y como fue fotografiado su cadáver.

Junto al muñeco de Sadam, la compañía lanzó el mismo día las réplicas del presidente venezolano, Hugo Chávez, y su colega iraní, Mahmud Ahmadineyad.

El muñeco de Chávez, con una camiseta con el mensaje «libertad de expresión», cuenta con una peculiaridad: es capaz de hablar y repetir el famoso discurso que pronunció en la Asamblea General de la ONU, el pasado mes de septiembre.

«El diablo está en casa. Ayer el diablo vino aquí. En este lugar huele a azufre», repite una y otra vez la réplica del líder venezolano, el muñeco preferido de Vicale:

«Chávez es el hombre más gracioso de la historia. Me encanta. No pude parar de reír con el discurso que dio ante Naciones Unidas».

La réplica de Ahmadineyad se muestra desafiante ante la polémica política de enriquecimiento de uranio llevada a cabo por el Gobierno iraní y que ha mantenido en vilo a la comunidad internacional en los últimos meses.

Con un gesto sonriente y orgulloso, la réplica del presidente de Irán viste una camiseta que dice «Dejemos que coman tarta amarilla», en referencia a un concentrado de uranio que se usa en las plantas nucleares.

Estas figuras se unen al particular ‘eje del mal’ salido de la mente de Emil Vicale y su equipo de diseñadores, compuesto por las representaciones de Osama Bin Laden y el líder norcoreano Kim Jung Il, entre otros.

Esta colección de figuras políticas nació poco después de los atentados del 11-S en una pequeña fábrica de Danbury (Connecticut) con una réplica del presidente George W. Bush.

Desde entonces la compañía elabora de manera artesanal una treintena de personajes entre los que destacan el vicepresidente de los EEUU, Dick Cheney, la senadora Hillary Clinton, y líderes internacionales como Vladimir Putin y Tony Blair.

Vicale amenaza con aumentar la colección: «aún no tenemos a nadie en mente pero -asegura- todos los días vemos las noticias».

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