Bush ha autorizado a los soldados estadounidenses en Iraq a matar a los miembros de los servicios secretos de Irán infiltrados en el conflicto, según cuenta el diario The Washington Post.
Troops Authorized to Kill Iran’s Operatives in Iraq spacer
Aggressive strategy aims at weakening Tehran’s influence and compelling it to give up nuclear program, but stirs concern among some officials.
Según los «funcionarios del Gobierno y de las fuerzas antiterroristas» estadounidenses que cita el rotativo, Bush aprobó el pasado otoño una nueva política frente a los iraníes en Irak, llamada «matar o capturar», que sustituyó al procedimiento anterior, designado «capturar y soltar».
Antes los interrogaban y los soltaban
Bajo las normativas en vigor hasta el otoño pasado, las fuerzas estadounidenses, al capturar a agentes iraníes dentro de Irak, se limitaron a interrogarlos y tomar sus huellas dactilares, muestras de su ADN e imágenes de las retinas de sus ojos, antes de ponerlos en libertad, en un plazo de sólo tres o cuatro días.
El propósito del tratamiento «suave» era evitar un enfrentamiento con Teherán
El propósito de este tratamiento «suave» de los espías iraníes, ahora abandonado, era evitar un enfrentamiento con Teherán.
Un «funcionario gubernamental de alto nivel» comentó al The Washington Post que «no había coste para los iraníes. Estaban dañando nuestra misión en Irak, y nosotros tuvimos que esforzarnos para no luchar contra ellos».
Las fuentes estadounidenses consultados por el diario capitolino calculan que en un momento dado pueden estar desplegados en Irak unos 150 miembros de los servicios secretos de Irán, juntos con un número no determinado de militares del Comando de la Guardia Revolucionaria.
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, George Bush, ha salido al paso de estas declaraciones apelando a que «están en juego la vida de muchos militares».
En Líbano
Junto con la mano dura que los militares estadounidenses ya podrán aplicar a los iraníes en Irak, la Casa Blanca también ha ampliado las medidas que se pueden tomar contra los militantes de Hizbulá en Líbano, que están patrocinados por Irán, y para dificultar la financiación por parte de Teherán del partido radical palestino Hamas, agregaron las fuentes.
También indicaron que Estados Unidos se está preparando para proponer nuevas sanciones internacionales contra Irán por haber dado refugio a varias docenas de militantes de Al Qaeda que huyeron de Afganistán tras la invasión estadounidense a finales de 2001.
Dos de los funcionarios consultados por el «Post» afirmaron que la Secretaria de Estado de EEUU, Condoleeza Rice, pese a apoyar la nueva política, está preocupada ante las eventuales consecuencias de enfrentamientos directos entre estadounidenses e iraníes en Irak.
Por otro lado, Bush dejó hoy muy clara su postura sobre el envío de tropas a Iraq.
«Soy el que decide sobre el envío de tropas a Iraq», afirmó en el Congreso e instó a los legisladores a no condenar prematuramente el plan que ha elaborado al respecto.