(PD/Agencias).- Rearmados, según sus propias amenazas, los talibán afirman que este año será el más sangriento para los militares extranjeros desplegados en Afganistán desde 2001, año en que se expulsó de Kabul a los ‘estudiantes de teología’.
El pasado miércoles, la soldado española Idoia Rodríguez murió en un atentado.
«No es sólo una amenaza, lo demostraremos», ha afirmado el ‘mulá’ Dadullah, uno de los responsables talibán, en una entrevista telefónica concedida a la agencia de noticias Reuters.
«Los preparativos de guerra se están haciendo en cuevas y montañas. Nuestros 6.000 combatientes están preparados para atacar a las tropas extranjeras después del cambio de tiempo, cuando el clima sea más templado».
Según Dadullah, el armamento del que ahora disponen, del que no ha dicho la procedencia, permite derribar helicóptero de la OTAN y EEUU en zonas montañosas.
Los rebeldes afirman, además, que recientemente derribaron un helicóptero Chinook de EEUU. Sin embargo, el Pentágono explicó que el incidente, en el que murieron ocho militares, se debió a un fallo en el motor.
Muerte de una soldado española
La militar española fallecida, Idoia Rodríguez, y sus otros dos compañeros viajaban en una ambulancia blindada (BMR) en un convoy integrado por otros cuatro vehículos sanitarios, cuando una mina con 6,5 kilos de explosivo, según el informe preliminar realizado por el Estado Mayor de la Defensa, explosionó a su paso.
España mantiene en Afganistán un contingente militar de más de 690 efectivos, concentrados en su mayoría en la base de Herat y en el Equipo de Reconstrucción Provincial de Badghis, con sede en Qala-i-Now.
Con Idoia Rodríguez son ya 19 las bajas de las Fuerzas Armadas españolas en territorio afgano. En agosto de 2005, 17 militares españoles fallecieron al estrellarse en el oeste del país el helicóptero ‘Cougar’ en el que viajaban. Posteriormente, el 8 de julio de 2006, una explosión acabó con la vida del paracaidista Jorge Arnaldo Seminario.
La cifra asciende a 81 si se incluyen los 62 muertos en el accidente del ‘Yakovlev 42’ que los trasladaba, en mayo de 2003, de Kabul a España.
