El príncipe Enrique de Inglaterra, tercero en la línea de sucesión, combatirá en la zona más dura y difícil de las que controla el Ejército británico en Irak. Se trata de de la provincia de Maysan, en la que se alcanzan los 60 grados centígrados en verano y donde han muerto 23 soldados del Reino Unido en actos de servicio, según The Sun, uno de los decanos de la prensa amarilla británica.
La misión del corneta Gales, como se conoce en el Ejército a este subteniente de sangre real cuyo envío al frente iraquí se anunció el jueves, se desarrollará en su integridad en dicha provincia y, según The Sun, no recibirá un trato de favor con respecto a sus compañeros de armas. Así, tendrá una paga de 2,27 libras (3,38 euros) la hora.
Conocida entre la tropa como Mad Max Land, en honor a la película de corte apocalíptico protagonizada por Mel Gibson, Maysan es la más salvaje y pobre de las 18 provincias de Irak y ocupa una extensión parecida a la que tienen Cantabria y País Vasco juntas.
En los más de tres años y medio de guerra en Irak, el Ejército del Reino Unido ha tenido que hacer frente en esta provincia a la insurgencia de los extremistas chiíes, instigados por el clérigo Muqtada al Sader.
Bajo estas duras condiciones, el príncipe Harry, según The Sun, liderará una tropa de once hombres que viajarán en vehículos acorazados del Ejército británico, por lo que recibirá durante los seis meses de misión un total de 9.918 libras (14.809 euros), que se traducen en 54,49 libras (81,36 euros) al día.
”Un jovencito muy valiente”
«Él es un jovencito muy valiente y muy decidido, que quiere formar parte de su regimiento y de su Ejército, lo que da cuenta de un carácter muy especial», dijo de él el pasado jueves el primer ministro británico, Tony Blair.
El príncipe Enrique es el primer miembro destacado de la familia real en servir a su país en el frente desde la guerra de las Malvinas contra Argentina, de 1982, en la que su tío Andrés pilotó un helicóptero de la Armada.
Mientras tanto, el ministerio de Defensa británico ha pedido a los medios de comunicación que no den demasiados detalles sobre las actividades del tercero en la línea de sucesión al trono, para no ayudar al enemigo y ponerle en peligro tanto a él como a sus compañeros de uniforme.
Amigo de las juergas
Antes de que se supiera de su deseo de servir en Irak, el príncipe Enrique de Inglaterra era más conocido por su apego a las juergas nocturnas, convirtiéndose en un habitual de los tabloides británicos.
En una de esas fiestas, en una discoteca de moda londinense, se le vio con algunas copas de más y actuando en consecuencia con su estado etílico, en compañía de algunos de sus compañeros de mili.
Con anterioridad, acudió a una fiesta disfrazado de oficial nazi, lo que le valió una seria reprimenda por parte de la opinión pública de su país.
