Al menos veinte personas han muerto, tres de ellas militares extranjeros, por un atentado suicida contra la mayor base militar de Estados Unidos en Afganistán, en la que el vicepresidente Dick Cheney se encontraba de visita.
La explosión se produjo en una de las entradas a la base aérea de Bagram, a 60 kilómetros al norte de Kabul, en la que Cheney pasó la noche después de que tuviera que posponer una reunión con el presidente afgano, Hamid Karzai. «El vicepresidente está bien», dijo la portavoz Lea Anne McBride.
Un oficial de la base confirmó la explosisn, pero no dio ofreció más datos. Bagram es un amplio complejo y los accesos principales están a cierta distancia de las oficinas y los cuarteles.
Otro oficial afgano dijo que la explosión ocurrió dentro de un contenedor, pero sin brindar más detalles, informó la agencia de prensa Afghan Islamic Press. Algunos contenedores son usados como puestos comerciales en el mercado que bordea el camino que lleva a la base. Otros son transportados en camiones conteniendo suministros para la base.
Una corresponsal de Reuters que viaja junto a la delegación estadounidense que acompaña a Cheney dijo que no se percataron de la explosión hasta que oyeron sirenas y un portavoz militar les dijo que la base estaba «bajo ataque». «Nos dijeron que había alerta roja», dijo Caren Bohan. «Hubo una conmoción, pero terminó muy rapido. No escuchamos ninguna bomba o algo parecido desde donde estabamos», agregó.
