(PD/Agencias).- EEUU reconoce que 16 civiles afganos han muerto tras un ataque talibán con coche bomba contra uno de sus convoys y el posterior fuego abierto por sus soldados, aunque matiza que no está clara la autoría. Hay además 24 personas heridas.
Las autoridades militares estadounidenses en Afganistan se limitan a reconocer que sus soldados dispararon en «defensa» tras ser atacados.
Horas antes, el portavoz de la Policía provincial, Abdul Ghafour Khan, informaba de la muerte de ocho civiles en este ataque, a los que se sumaban otros ocho heridos, y la atribuía a los disparos de las tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), que abrieron fuego contra una multitud tras ser objeto de un ataque suicida en la provincia oriental afgana de Nangahar.
El suceso ha ocurrido en la carretera entre las ciudades de Jalalabad y de Torkham, cerca de la frontera con Pakistán. El convoy de tropas extranjeras transitaba por la zona cuando uno de sus vehículos fue atacado.
Por su parte, un portavoz del ministerio de Interior afgano ha asegurado que, según las primeras informaciones, «siete u ocho civiles han resultado muertos o heridos por los disparos de soldados de la coalición». Informó además que la explosión de los insurgentes no ha dejado víctimas entre los soldados.
Escalada de violencia en el país
Dos soldados de la ISAF murieron el sábado en combates con insurgentes en la provincia sureña de Helmand, informa el portavoz de la fuerza internacional, Tom Collins.
En Helmand están destacados fundamentalmente soldados británicos de la ISAF, mientras en el Este la mayoría de las tropas son estadounidenses.
En lo que llevamos de año han muerto unas 400 personas a causa de la violencia que sacude el país, que se suman a los 4.400, un millar de ellos civiles, fallecidos en 2006, el año más sangriento desde que los talibanes fueron desalojados del poder en 2001.
La OTAN se prepara para un recrudecimiento de los combates con los talibanes a partir de la primavera, tras detectar que los insurgentes están «haciendo preparativos» para una ofensiva, según afirmó Collins el pasado 21 de febrero.
