(PD/Agencias).- La última ola de sondeos confirma y amplía la tendencia de las últimas seis semanas. François Bayrou, que sólo contaba con el 6 o el 7 por ciento de la intención de voto en la primera vuelta (22 abril) a primeros de año, tiene hoy entre el 21 y el 24 por ciento. Un salto espectacular.
El candidato centrista se beneficia de la posible intención de voto de los electores socialistas y de centro-izquierda, decepcionados por la candidata socialista. Y de los electores centristas tradicionales, inquietos por la personalidad enérgica de Sarkozy.
Ségolene Royal, que se cotizaba del 27 al 30 por ciento en la primera vuelta a finales del 2006, ha caído al 24 o 25. Un retroceso que obliga a sucesivos intentos de relanzamiento en una campaña salpicada de patinazos, meteduras de pata, microescándalos y una decepción palpable. Sin olvidar el retroceso del voto de todos los candidatos de extrema izquierda y comunista.
Nicolas Sarkozy sigue a la cabeza de todos los sondeos en la primera vuelta, con unas intenciones que oscilan entre el 26 y el 29 por ciento del voto. Una caída de 3 a 4 puntos que se interpreta como una erosión imprevisible.
El total de los candidatos de derecha moderada, derecha nacionalista y extrema derecha suman entre el 60 y el 65 por ciento de la intención de voto. Mientras que las izquierdas se estancan o retroceden hasta el 35 o 40.
Una Francia muy conservadora está tentada de eliminar a la candidata socialista del duelo final de la elección presidencial, el 6 de mayo.
