(PD/Agencias).- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, han salido ilesos tras la explosión de un proyectil de mortero a menos de 50 metros de la sala donde hablaban a la prensa.
Según fuentes policiales, no ha habido víctimas por la explosión, que ha hecho temblar violentamente la sala y que ha causado el desprendimiento de partes del tejado de la oficina del primer ministro en Bagdad, en zona verde, donde tenía lugar la rueda de prensa. Esta zona, en la que se encuentran las principales oficinas del Gobierno iraquí y de la coalición, está sometida a unas fuertes medidas de seguridad.
Muy asustado
En el momento justo de la explosión, Ban Ki-moon hablaba precisamente sobre la mejora de las condiciones de seguridad en Irak. «Como saben, las actividades de la ONU habían sido restringidas por el mal estado de la seguridad en el país. Sin embargo, ahora, después de que la situación haya mejorado, vamos a aumentar nuestro papel y actividades en Irak», decía el surcoreano en el momento en el que ha temblado la sala de la rueda de prensa.
Antes de acabar la frase, se ha oído el sonido de una explosión que ha obligado a agacharse a Maliki y a Moon, que se ha mostrado especialmente asustado. Incluso ha podido verse cómo caían sobre los dos conferenciantes pequeños fragmentos del techo. Aunque la conferencia ha proseguido durante unos instantes, apenas han respondido a dos preguntas más y han dado por finalizado el acto. Ninguno de los dos ha hecho comentarios sobre la explosión.
Gira por la región
Moon ha llegado a Bagdad en su primera visita a Oriente Medio desde que asumió el mando de la ONU en enero, en lo que supone el inicio de una gira por la región que también le conducirá a Egipto e Israel, entre otros países.
En agosto del 2003, el enviado especial de la ONU, el brasileño Sergio Viera de Melo, fue asesinado junto a una veintena de personas en Bagdad.