Tras muchos meses de «mimar» a los etarras y de confraternizar con sus cómplices de Batasuna, el Gobierno ZP -escocido por el coste electoral que parece estar causándo al PSOE su permanente «claudicación»- se ha puesto en marcha para evitar que Batasuna, ilegalizada por el Tribunal Supremo por ser parte de la banda terrorista, pueda presentarse a las elecciones municipales del 27 de mayo.
Para ello, la Policía y la Guardia Civil han redactado un informe que revela la composición actual de la Mesa Nacional de Batasuna.
En este organigrama se ha basado la Fiscalía General del Estado -hasta ahora tan comprensiva con las tropelias de los etarras y sus adláteres- para preparar la demanda de ilegalización de Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB).
Sería tranquilizante para la ciudadanía española, que ese informa sirva en el futuro para evitar otros intentos de burlar la ley por los dirigentes de la organización ilegal.
Resulta evidente que Batasuna ha utilizado el Registro de Partidos como banco de pruebas para averiguar hasta dónde le dejarían llegar los socialistas en su intento de presentarse a las elecciones.
Los proetarras han llegado a la conclusión de que el Gobierno ZP vive en vilo, pendiente de un atentado o que arruinaría electoralemnte al PSOE y que suspira por un «gesto» de ETA que mejore sus perspectivas.
Sólo a esa luz, se entiende que Batasuna insista desde el martes, cuando inscribió su nueva marca, en que su participación electoral la jugaba sólo a la carta de ASB. Otegí dijo este sábado en Barcaldo, en el mitín donde se burlaron del juez Garzón, que irán sin «disfraces» a las elecciones locales de mayo.
En cualquier caso, no hay que descartar que los terroristas de la izquierda abertzale y sus seguidores impulsen otra formación o acudan a las agrupaciones electorales, como en 2003. Y que el Gobierno ZP les deje hacerlo.
