Al Maliki ordena parar el muro que levanta Estados Unidos en Bagdad

(PD/Agencias).- El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha ordenado interrumpir la construcción del polémico muro de hormigón que levantan las autoridades estadounidenses para proteger el barrio bagdadí de Azamiyah, mayoritariamente suní y del que parten muchos de los coches bomba, según afirman los estadounidenses.

Su construcción comenzó el 10 de abril y se esperaba que concluyera antes de final de mes.

Con el fin de dificultar los ataques suicidas y la guerra confesional que mantienen las milicias chiíes y suníes desde febrero de 2006, las autoridades militares estadounidenses anunciaron la construcción de esta valla, de cinco kilómetros de longitud y 3,6 metros de altura, la semana pasada.

Aunque puede parecer una defensa más en una ciudad repleta de vallas, barricadas, protecciones contra el coche bomba y puestos de control, es la primera vez que se yergue una que se basa en principios sectarios, pues intenta separar un barrio suní de sus vecinos chiíes.

Tanto Estados Unidos como el Gobierno iraquí habían defendido hasta ahora la necesidad de construir esta cerca, a pesar de las protestas de los propios habitantes de Azamiyah, que lo consideraban una prisión.

Los residentes y los líderes suníes habían catalogado la medida como una forma de discriminación y de aislar a la comunidad, por lo que habían convocado una manifestación para este lunes. En su primera aparición pública desde el anuncio, Al Maliki ha señalado que ha ordenado la detención de las labores de construcción.

Doble atentado

«Me opongo a la construcción del muro y su construcción se parará», ha indicado el mandatario durante una rueda de prensa conjunta con el secretario general de la Liga rabe, Amr Moussa, en El Cairo. «Hay otros métodos de proteger a las vecindades. Este muro nos recuerda a otros», ha apuntado en una referencia evidente al muro que dividió Berlín durante la Guerra Fría y al que Israel levanta en Cisjordania. El portavoz del mando militar estadounidense Christopher Garver ha rehusado comentar si la construcción del muro se va a detener y se ha limitado a decir que todas las medidas de seguridad están «bajo constante revisión».

«Nos coordinaremos con los comandantes iraquíes y el Gobierno iraquí para establecer medidas de seguridad eficaces y apropiadas», se ha limitado a decir Garver. Si llega a tarminarse, la comunidad suní de Azamiyah, en la parte este del río Tigris, vivirá en una especie de cárcel, separada de los barrios de Shamasiya y Gurayaat, poblados mayoritariamente por chiíes. Estará completamente rodeada y habrá puestos de control de tráfico vigilados por soldados iraquíes, que serán los únicos puntos de acceso, según el Ejército.

Por otro lado, al menos 14 personas fallecieron y otras 90 resultaron heridas tras la explosión ayer por la mañana de dos coches bomba en el aparcamiento de la comisaría del barrio de Al Elám, al sur de Bagdad, según las últimas cifras dadas a conocer por la Policía iraquí.

Los coches bomba, conducidos por suicidas, explotaron a las 10.00 hora local (8.00 en Madrid) cerca de la comisaría de la policía del barrio de Al Elám. El primer conductor logró burlar el puesto de control e hacer estallar su vehículo frente al edificio, de dos plantas. Momentos después, un segundo vehículo detonó la carga explosiva que portaba delante de las protecciones de cemento que protegían la comisaría.

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