Póquer de monumentos

(PD/Agencia EFE).- El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció la distribución de 40.000 barajas a las tropas estadounidenses con las figuras de los principales sitios arqueológicos de Irak y Afganistán.

Además, muchos pilotos estadounidenses participan en un programa en el que se les enseña a reconocer e identificar ruinas arqueológicas, cementerios y otros sitios para no bombardearlos accidentalmente.

Según el Instituto Arqueológico de EEUU, las barajas son parte de un programa de concienciación destinado a los soldados del Fuerte Drum de Nueva York que se preparan para cumplir su servicio de guerra. Las cartas tienen el doble propósito de evitar daños a los sitios históricos y neutralizar el tráfico de objetos de arte en Irak.

En esta baraja, cada palo tiene su significado especial: los diamantes son los objetos de arte antiguo, las picas corresponden a las excavaciones arqueológicas, los tréboles corresponden a la conservación del patrimonio cultural, y los corazones a la promoción del amor por el arte antiguo.

El siete de trébol, por ejemplo, muestra las ruinas del Arco de Ctesifonte, en Irak, y asegura que ha sobrevivido 17 siglos. «¿Le sobrevivirán a usted éste y otros sitios arqueológicos?», pregunta. El cinco de trébol recomienda a los conductores de vehículos motorizados que los guíen alrededor de sitios arqueológicos, «no por encima de ellos».

«Los daños han sido enormes»

Los desmanes del Ejército norteamericano en lugares de interés arqueológico de Oriente Próximo no son algo nuevo: los expertos recuerdan que durante las operaciones de la invasión a Irak los militares estadounidenses construyeron una plataforma para el descenso de helicópteros sobre las ruinas de Babilonia. Además, utilizaron piedras y ruinas de la antiquísima ciudad para llenar las bolsas de protección de sus instalaciones.

Según la arqueóloga Laurie Rush, al familiarizar a los soldados con objetos y sitios históricos se evitarán más daños al patrimonio arqueológico de la zona, que «han sido enormes» en esta guerra.

Este recurso educativo y de concienciación en realidad no es nuevo. Durante la primera fase de la guerra, el ejército norteamericano distribuyó entre sus tropas una baraja con las efigies de los principales líderes iraquíes para facilitar su reconocimiento y captura. El rostro de Saddam Hussein aparecía en el as de picas.

Era un retorno a la II Guerra Mundial, cuando las autoridades militares de Estados Unidos decidieron ayudar a los soldados a combatir el hastío repartiéndoles barajas. En ellas los militares podían reconocer a las principales figuras militares y políticas de las fuerzas aliadas, así como las de los principales aviones del enemigo.

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