El diario de Ana Frank cumple 60 años

Ana Frank
Ana Frank

El 25 de junio de 1947, dos años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, salía a la luz la primera versión de El diario de Ana Frank, la adolescente judía asesinada por los nazis cuando faltaban pocas semanas para que concluyera la contienda, con una tirada de 1.500 ejemplares y por iniciativa de su padre, Otto Frank, único superviviente de la familia.

La efeméride coincide con la unificación de los archivos sobre la vida y obra de la joven, parte de los cuales se encontraban hasta hoy en poder de sus descendientes en la ciudad suiza de Basilea, según la Casa-Museo de Ana Frank en Amsterdam (Holanda).

Buddy Elias, un primo carnal de la autora del diario más leído de la historia traducido a unos 55 idiomas, fue quien cedió los archivos al director de la Fundación Ana Frank, Hans Westra, vinculada a la Casa-Museo de Amsterdam. Los archivos se encontraban hasta ahora en la residencia de Basilea donde vivieron en la década de los treinta del siglo pasado varios miembros de la familia Frank, y donde hoy viven Elias y su esposa.

Buddy Elias es el promotor del Fondo Ana Frank en Basilea, organismo al que pertenecen esos archivos que ocupan, si se colocan en línea recta, unos doce metros y comprenden fotografías, cartas y documentos. Los archivos ahora unificados se almacenarán en la Casa-Museo de Ana Frank, cuyos responsables convocarán cada mes de febrero una beca de 5.000 euros para ayuda a la investigación de los nuevos fondos.

La primera versión del diario de Ana Frank se publicó el 25 de junio de 1947, con una tirada de 1.500 ejemplares, por iniciativa del padre de la adolescente, Otto Frank, quien lo recuperó al regresar a Amsterdam una vez concluida la II Guerra Mundial. El padre de Ana fue el único superviviente de los ocho integrantes del grupo de escondidos en un habitáculo de un edificio de oficinas del Prinsengracht, un canal del oeste de Amsterdam.

Todos ellos vivieron en la clandestinidad entre el 9 de julio de 1942 y el 4 de agosto de 1944, hasta su arresto y posterior deportación a campos de concentración nazis. Ana fue enviada al de Auschwitz y, más tarde, al de Bergen-Belsen. Allí murió de fiebre tifoidea a finales de febrero o principios de marzo de 1945, pocos días antes de que el campo fuera liberado.

El objetivo de Otto Frank al publicar el diario de su hija, cuya existencia desconoció hasta su vuelta a Holanda, era difundir el deseo de Ana de transmitir a la Humanidad el sufrimiento causado por la opresión nazi a la población judía durante la Gran Guerra.

La primera versión del libro apareció después de que Otto suprimiera algunos pasajes en los que la adolescente se refería en términos poco halagüeños a algunos de los escondidos en el habitáculo de Prinsengracht -entre ellos su propia madre-, así como los comentarios sobre detalles íntimos relacionados con el despertar de Ana a la sexualidad. En 1986 se publicó una edición crítica con el añadido de algunos de los pasajes expurgados por Otto Frank y en 2001 el Instituto Holandés de Documentación de Guerra, propietario del manuscrito, publicó la edición definitiva.

En 1955 se estrenó en Nueva York una versión teatral de El Diario de Ana Frank, del estadounidense Alfred Hackett, cuya adaptación fue llevada al cine en 1959 con notable éxito de taquilla.

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