Fernando Reinares: «Al Qaida señala a España con una agresividad inusitada»

(PD).- El reciente atentado que costó la vida de siete turistas españoles en Yemen, los ataques contra soldados españoles en el Líbano, los intentos de provocar otro verano sangriento en Londres, el cotidiano baño de sangre en Iraq y el recrudecimiento de la violencia en Afganistán hablan de una actividad incesante de Al Qaida. Y España vuelve a aparecer como objetivo preferente.

Una red terrorista que irrumpe en todos los rincones del globo, y que a menudo aparece como una misteriosa organización de asesinos, envuelta en la bruma y la confusión.

Fernando Reinares, investigador del Instituto Elcano, es uno de los hombres que más saben de terrorismo internacional; es el estudioso idóneo para intentar conocer algo más de Al Qaida y la entrevista que le hace Alberto Sotillo en ABC, aporta datos tan relevantes como estremecedores.

Por su evidente interés para todos los españoles, resumimos algunos d elos fragmentos:

—¿Es España un objetivo preferente de Al Qaida?
—Ningún país europeo puede considerarse al margen de los riesgos y amenazas del terrorismo global. Ahora bien, si nos atenemos a evaluaciones de la amenaza por indicadores como el número de detenidos, atentados desbaratados, incidentes ocurridos… entonces nos encontramos con que, efectivamente, hay países europeos que están en mayor situación de riesgo de sufrir atentados.
El Reino Unido, Francia, España, Bélgica, Países Bajos y Dinamarca. En el caso de España, es incuestionable que en este último año Al Qaida la ha señalado con una frecuencia y una agresividad inusitadas. Y me refiero muy en particular a los comunicados de Al Zawahiri, número dos de Al Qaida. Comunicados con alusiones a la idea de Al Andalus…

—Hay quienes sonríen con escepticismo cuando se dice que muchos radicales mantienen la idea fija de volver a Al Andalus.
—Soy consciente de que, para muchos, esta es una alusión alegórica. Sin embargo, las referencias de Al Zawahiri adquieren un tono agresivo que transmite la idea de que recuperar Al Andalus es una obligación moral para cualquier musulmán. Esta circunstancia hace que en España haya una vulnerabilidad diferencial en relación con otros territorios de la Unión Europea.
Una circunstancia extensible a Portugal, aunque a menudo se olvide este dato. Esa vulnerabilidad diferencial del caso español tiene que ver con Al Andalus, como pasado histórico en el que buena parte del territorio español estuvo bajo dominio del islam. Y los yihadistas, en su concepción belicosa, incluyen y enfatizan la obligación moral de recuperar violentamente Al Andalus, tal y como lo afirman para Irak o Jerusalén.

—¿Es un llamamiento a actuar en España?
—Tiene un efecto muy importante porque permitiría en el futuro a determinados individuos, reclutados para llevar a cabo atentados en Irak, Afganistán u otras zonas donde se les ha llamado a una yihad (guerra santa) defensiva, poder hacerlo en esos mismos términos en suelo español. Estas alusiones a Al Andalus se han combinado, además, con las relacionadas con la presencia de tropas en Afganistán y en el Líbano y con alusiones inquietantes a Ceuta y Melilla. Al Zawahiri llegó a equiparar Ceuta y Melilla como zona de conflicto con Chechenia y Palestina.
Estas alusiones nos pueden parecer excesivas, fuera de lugar, carentes de sentido. El problema es que la definición que de la realidad hacen los terroristas puede ser real en sus consecuencias. Y por tanto, hay que prestar atención a su discurso, que es, con frecuencia, anticipatorio.

—Ese terrorismo ha reclutado a muchos de sus militantes en Europa…, en España, sin ir más lejos.

—Después de que Al Qaida perdiese el santuario de Afganistán, el terrorismo internacional parece iniciar una fase de declive. Pero ese proceso termina con la invasión de Irak. A partir de entonces se movilizan redes e individuos en todo el mundo dedicados a allegar fondos y a reclutar militantes para contribuir a la yihad defensiva en Irak, y lo hacen dentro de las estructuras de Al Qaida.
España es uno de esos países europeos donde, como revelan las operaciones policiales de los últimos dos o tres años, se ha llevado a cabo este proceso de financiación y captación de individuos para convertirse en terroristas en Irak. En España la mayor parte de los individuos reclutados y enviados a Irak son inmigrantes magrebíes de primera generación.
Aunque ya empieza a constatarse que individuos más jóvenes, que han crecido en nuestro país, también son vulnerables a la captación. En otros países europeos se trata sobre todo de descendientes de inmigrantes.

—¿Y cuál es el caldo de cultivo en el que crecen?
—Una circunstancia muy habitual que se observa entre los individuos que son reclutados en Europa es que lo han sido en un momento en el que sufrían una crisis de identidad.
Ocurre sobre todo en individuos de segunda y tercera generación, que no se sienten vinculados con la tierra de sus padres, pero tampoco se sienten miembros de la sociedad en la que viven.
La anomia resultante de esa crisis de identidad los hace particularmente vulnerables al atractivo del salafismo yihadista , que les proporciona una identidad fuerte, con respuestas para todo, que da un sentido a sus vidas y que tiene un carácter excluyente y ofrece una visión dicotómica del mundo en la que los musulmanes son persistentemente vistos como perseguidos, sin ningún elemento autocrítico, y sin más lectura del Corán que la belicosa y rigorista.

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