(EFE/PD).-La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, acordaron dar prioridad en sus relaciones bilaterales y en el marco de la Unión Europea (UE) a la lucha contra la inmigración ilegal y la integración.
«La integración de los extranjeros que viven en nuestros países y la inmigración ilegal es una cuestión que nos afecta a todos y ha de ser tratada desde todos los ámbitos, incluido el europeo», dijo Sarkozy tras el consejo de ministros franco-alemán celebrado en Berlín, el primero de la era Sarkozy.
Merkel añadió que los responsables de Interior, Justicia y Exteriores de Francia y Alemania presentarán las próximas semanas acciones en el campo de la integración y la emigración en consonancia con la propuesta del comisario europeo de Interior y Seguridad, Franco Frattini.
«¿De que nos sirve Schengen si nuestras políticas en esta materia no están armonizadas?», preguntó el jefe del Eliseo.
El consejo ministerial franco-alemán tuvo en esta edición una parte práctica pues comenzaron con una vista de Merkel y Sarkozy a un instituto con alta concentración de estudiantes extranjeros, una idea que el presidente francés alabó pues «para defender los intereses de la gente hay que salir a la calle y escuchar».
Mientras, los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países, Bernard Kouchner y Frank-Walter Steinmeier, respectivamente, grababan en estudio una canción titulada ‘Alemania’ con una banda turco-alemana.
Merkel recordó que al margen de la importancia que Francia y Alemania darán al tema de la integración y la lucha contra la inmigración ilegal, estos temas dominarán asimismo la cumbre UE-África a celebrar los días 8 y 9 de diciembre en Lisboa.
Sarkozy reiteró que previo a esa cumbre se entrevistará con el máximo mandatario libio, Muamar Al Gadafi, porque «soy libre de hablar con quien quiera» y porque «creo una obligación animar a los países que quieren rehabilitarse y volver a la comunidad internacional».
Aseguró en ese contexto que «Francia sabe perfectamente donde están y quienes son sus aliados. Pero Francia es libre de hablar con quien quiera».
«Libia eligió la detestable opción de lo nuclear y ahora abandonó ese camino. Libia eligió la detestable opción de alimentar el terrorismo y ahora lucha contra el terrorismo. Y sin la intervención del coronel Gadafi es posible que el cautiverio de las enfermeras búlgaras no hubiera tenido un desenlace feliz», dijo Sarkozy.
Agregó por ello que «no es un capricho, sino una obligación de la comunidad internacional acoger a los países que se apartaron del camino correcto y quieren volver a él».
«Tenemos que ser coherentes y no sólo con Libia, sino también con Irán o Corea del Norte», destacó el presidente francés, quien a la pregunta de si Francia y Alemania coinciden en la estrategia a seguir con Teherán respondió que «salvo algunos detalles de tiempo, las posiciones son las mismas».
Reiteró que Francia favorece la opción del diálogo, si bien «el diálogo no tiene que ser rígido y puede ir acompañado de sanciones».
Sarkozy insistió en la solidez de las relaciones entre Francia y Alemania, países que «tras odiarse durante años han sido capaces de unir fuerzas en una amistad estratégica».
«La amistad entre Francia y Alemania fue una elección histórica que la canciller Merkel y yo no sólo vamos a mantener sino que alimentaremos para hacerla más profunda aún», declaró el presidente francés, que citó seguidamente algunos ejemplos concretos de lo que la alianza franco-alemana puede conseguir.
El primero fue la aprobación del tratado reformado de la fallida constitución Europea, texto que, según anunció Sarkozy, será aprobado por vía parlamentaria en Francia a principios de 2008.
El segundo ejemplo citado por Sarkozy fue la transformación del consorcio EADS, una empresa que dijo, estaba necesitada de nuevas estructuras, más empresariales que institucionales.
«Basta con analizar los últimos resultados y pedidos a Airbus para comprobar que esa modernización era fundamental y urgente», añadió el presidente francés.
Aseguró que la misma determinación será mostrada por Francia y Alemania con el programa Galileo, pues «Europa necesita Galileo».
Merkel informó en ese sentido que los ministros de Transporte francés y alemán estudiarán una estrategia a seguir y presentarán algunas propuestas al consejo europeo, «a ser posible el próximo día 30», según apostilló Sarkozy.
