(PD / EFE).- No disminuye la presión de los camioneros italianos sobre el país trasalpino en el que ya escasean gasolina y bienes primarios. Los transportistas continúan hoy la huelga que empezaron el lunes contra la subida de los precios de los combustibles y la falta de ayudas por parte del estado y que supuestamente acabará el viernes.
El Ministerio de Transportes ordenó ayer el final de la protesta para la pasada medianoche por los graves problemas que los camiones están provocando a la circulación en muchos puntos de las carreteras italianas. Sin embargo, varios nudos de la red viaria han amanecido bloqueados por los vehículos pesados. Las situaciones más graves se registran en Cerdeña, donde todos los puertos se encuentran bloqueados, en Génova, donde hay enormes retenciones y en Campania, la región de Nápoles, donde se ha suspendido la recogida de la basura, según informa la prensa italiana.