(PD).- Ronald Reagan, que tenía las cosas claras, dijo que el mundo debería considerar al líder libio un paria, porque entre otras lindezas apoyaba el terrorismo internacional. Pero aquello fue hace años y ahora el coronel causa sensación por donde pasa. Tiene petroleo, reparte millones y eso abre muchas puertas.
Que el coronel libio es imprevisible y caprichoso ha quedado confirmado. Ni entrevistas con la comunidad islámica española ni con el Sindicato de Obreros del Campo ni cacería. Muammar el Gaddafi pilló ayer a todos por sorpresa y decidió irse a Málaga.
A las 14.45 abandonó el lujoso hotel sevillano en el que se hospedaba desde el sábado y se marchó con su séquito hacia el sur.
El día anterior, había sido movidito. En Sevilla, nada más llegar al recinto en que se hospedaría, sacrificó un cordero, plantó a quienes le aguardaban e invitó a cenar a José María Aznar y a Ana Botella: ensaladas de fruta y marisco junto a una selección de carne. Después, un espectáculo privado de flamenco.
Cuenta el personal del hotel que le gustó tanto que se fotografió con las bailaoras. Los invitados se fueron pasada la medianoche y, por la mañana, Gaddafi disfrutó del spa y un desayuno a base de frutas.
Pocos detalles se conocen porque desde el hotel aseguran que el coronel está «blindado» por su equipo de seguridad.
Y sí, la famosa treintena de amazonas existe, pero son «grandotas y fuertes», no sílfides vírgenes, menos propias de una auténtica guardia personal.
Gaddafi se rodea de estas mujeres que juran dar su vida por él. Es el coronel quien las elige personalmente -y exige que se mantengan vírgenes- de entre las aguerridas que logran superar un duro entrenamiento que las convierte en potenciales asesinas, expertas en el manejo de armas y en artes marciales.
En anécdota quedó la jaima beduina que acarrea con él, pero sólo para recibir visitas, porque Gaddafi, a la hora de dormir, exige la comodidad de una cama. En suite de lujo, con moqueta colocada ex profeso y sin rejas en las ventanas. Queda la duda de si en tan poco tiempo pudo utilizar el televisor de plasma y las antenas parabólicas que hizo instalar.
Este lunes llegará a Madrid y se reunirá en El Pardo con el Rey. Comerá con representantes de la Cámara de Comercio y cenará con Zapatero, Joan Clos, Pedro Solbes, Miguel Ángel Moratinos y 16 empresarios.
El martes regresará a Libia, tras visitar el Ayuntamiento y comer en el palacio de Oriente.
