(PD).- Alarmado por su caída en picado en las encuestas que semanalmente miden el nivel de popularidad de los candidatos a liderar el Partido Republicano en los comicios presidenciales de 2008, el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani ha despejado cualquier duda sobre su estado de salud: “Estoy perfectamente sano. No tengo cáncer”, ha dicho el político conservador durante una visita a un colegio en el barrio neoyorquino de Harlem.
La delicada salud de Giuliani –le fue diagnosticado un cáncer de páncreas hace 7 años- le ha causado más de un disgusto electoral. Ya en 2000, al poco de hacer pública su enfermedad, tuvo que retirarse de la carrera por el Senado. Su rival de entonces, la demócrata Hillary Clinton, sería también ahora la contendiente de Giuliani en el caso de que ambos lograran la candidatura de sus respectivos partidos a la presidencia de EE UU.
El pasado miércoles Giuliani tuvo que ser ingresado durante 24 horas en un hospital de Missouri a causa de una gripe, según la versión ofrecida por los responsables de su campaña electoral. El ex regidor dijo que tan sólo tenía un fuerte dolor de cabeza, y prometió un informe detallado al respecto en pocos días.
Giuliani, que lideró la reconstrucción de Nueva York tras los devastadores ataques del 11 de septiembre de 2001, que dejaron más de 3.000 muertos, ha visto cómo su popularidad ha caído enteros en las últimas semanas.
El Estado de Iowa acogerá el próximo 3 de enero la primera batalla estado por estado para elegir a los candidatos que se disputarán la presidencia del país en las elecciones de noviembre de 2008.
