(PD).- Dos macarras en un todoterreno la toman con un «pijo», que pasea con su novia en un BMW Z3. Lo siguen, le hostigan, se cabrean cuando la pareja les saca los cuernos y se sienten muy felices cuando el del descapotable se mete en un camino rural sin salida. Allí se bajan a darle una paliza y se llevan la sorpresa de su vida. Se cagan literalmente de miedo.
Muy en resumen, todo empieza cuando los dos tipos, que van en un coche grande, atisban al del descapotable.
Le dedican algunos epítetos, se molestan porque no va lo suficientemente rápido, le siguen y el asunto se calienta.
Llega incluso un momento en el que mabos vehículos casi colisionan y todo se zanja en un rosario de insultos.
Los dos sujetos emprenden la persecución y s eponen muy contentos cuando observan que el otro se mete en un camino rural sin salida.
Ya se refocilan, pensando en la paliza que le van a propinar.
Cuando creen tenerlo atrapado, se bajan, uno de ellos agarra un bate de beisbol y el otro la cámara de video, con la que estan filmando todo.
En ese instante, el rubio sale como una flecha, pistola automática en mano y los tipos se cagan.
Les ordena dejar la videocámara en el suelo, les acojona en plan fino, hace que la chica coja la cámara y les quita las llaves del coche.
Se aleja diciendo que la cámara es su regalo de navidad, proque se la va a quedar y advirtiendo a los macarras que las llaves las encontrarán al final del camino… que deberán recorrer a pie.
