(PD).- «Compartimos la ambición de cambiar el mundo». Esa fue la frase con la que Barack Obama se dirigió el pasado mes de octubre a los empleados de la empresa Google en su sede de Mountain View, en el norte de California.
Obama aprovechó su visita a este templo de la modernidad para defender con énfasis su mensaje del cambio, auténtica baza política del senador de Illinois y que parece canalizar las actuales inquietudes del electorado demócrata, especialmente del más joven que se ha movilizado para apoyarle desde que inició su campaña.
Hijo de padre keniano y madre estadounidense, este hombre de 46 años, casado y con dos hijas, se ha erigido como el abanderado del cambio norteamericano. Con sus estudios en Derecho en las universidades de Harvard y Columbia, el único senador afroamericano en el senado estadounidense se ha identificado desde el principio como un producto político de este tiempo global, llegando incluso a compararse con Google. «Ayúdenme a cambiar el mundo, de la misma forma en que Google lo ha cambiado», ha repetido en varias ocasiones Obama dirigiéndose siempre a una nueva generación de estadounidenses, más innovadora y entusiasta que en tiempos pasados.
Los nuevos aires de cambio han estado presente desde el primer momento con el controvertido tema de la guerra de Irak, donde su máximo rival, Hillary Clinton, ha sido cuestionada por la opinión pública por su apoyo inicial al envío de tropas. «Al día siguiente de llegar a la Casa Blanca, voy a convocar al secretario de Estado, al secretario de Defensa, a mi consejero de Seguridad Nacional para comunicarles cuál es la nueva misión: poner fin a la guerra», aseguró Obama la primera vez que le preguntaron en público qué decisiones tomaría si llegara a convertirse en presidente.
En las cuestiones más conflictivas para la Casa Blanca, Obama siempre ha mostrado su predisposición a ofrecer otra perspectiva para el electorado norteamericano, siempre en la línea que se ha marcado de garantizar el cambio. Sobre Guantánamo, habla de cerrarlo. Sobre el cambio climático, apuesta por actuar con «urgencia» para ayudar a un «planeta en peligro». Incluso quiere un nuevo diálogo con Irán, porque la voluntad del pueblo norteamericano, dice Obama, es el entendimiento ante los problemas.
Por ahora, el candidato que apuesta por el cambio ha comenzado su andadura hacia la Casa Blanca con una victoria del caucus de Iowa, por delante de John Edwards y Hillary Clinton.
«Dijeron que este día nunca llegaría. Dijeron que el país estaba demasiado dividido como para ponerse de acuerdo en un propósito común. Pero en esta noche de enero, en este momento definitivo de la historia, vosotros habéis hecho lo que los cínicos dijeron que no podíais hacer», dijo a sus seguidores tras el primer paso que le puede llevar a ser el candidato demócrata para la disputa por el Despacho Oval.
