Bush dice que Israel debe terminar la ocupación de los territorios palestinos iniciada en 1967

(Agencias / PD).- El presidente de EEUU, George W. Bush, dijo que Israel debe terminar la ocupación de los territorios palestinos iniciada con la guerra de 1967, pero matizó que el futuro estado palestino debe reflejar «la realidad» sobre el terreno.

Además, el Consejero de Seguridad Nacional, Stephen Hadley, anunció que Bush volverá «al menos una vez y quizá dos a la región», antes del fin de su mandato, en enero de 2009, para dar fuerza a las negociaciones.

En una declaración desde el Hotel Rey David en Jerusalén, donde se aloja desde ayer, Bush explicó su visión sobre el «punto de partida» de las negociaciones. «Debe ponerse fin a la ocupación que comenzó en 1967», dijo. El resultado de las conversaciones debe ser un estado que será la patria de los palestinos, mientras que Israel es la patria de los judíos, explicó. «Estas negociaciones deben garantizar que Israel tiene fronteras reconocidas internacionalmente y seguras, y deben garantizar que el estado de Palestina es viable, contiguo, soberano e independiente», afirmó Bush.

El presidente dijo que el acuerdo tendrá que entrañar cambios en las líneas del armisticio de 1949, tras la primera guerra de los israelíes contra los países árabes, «de forma que se refleje la realidad actual y para garantizar que el estado palestino es viable y contiguo».

Sobre el problema de los refugiados palestinos, Bush sugirió darles compensaciones económicas. Es la primera vez que Estados Unidos avanza esa posibilidad, según Hadley.

El presidente pidió a ambas partes que cumplan la «hoja de ruta». Instó a Israel a detener la expansión de los asentamientos y a desalojar los enclaves ilegales, levantados en Cisjordania sin el permiso del Gobierno israelí.

A la Autoridad Nacional Palestina (ANP) le urgió a combatir el terrorismo.

En cuanto a Jerusalén, que tanto la ANP como Israel reclaman como su capital, Bush no ofreció sugerencias, sino que afirmó que será «uno de los desafíos más difíciles en el camino hacia la paz».

Acuerdo antes de acabar su mandato

Hoas antes, el presidente de EE.UU. declaraba en Ramala estar seguro de que los israelíes y los palestinos firmarán un acuerdo de paz antes de que él salga de la Casa Blanca, dentro de un año.

Bush, el primer presidente de EE.UU. que visita Ramala, llevó su mensaje optimista al corazón de Cisjordania, donde estuvo protegido por un virtual ejército de 4.000 efectivos palestinos, con francotiradores de los servicios de seguridad apostados en los tejados, en una operación coordinada por la Casa Blanca y la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

En la Mukata, la sede del Gobierno palestino, Bush se manifestó convencido de que tendrá éxito donde sus predecesores fallaron y, pese no haberse involucrado personalmente en mediar en el conflicto hasta hace unos meses, prometió una patria a corto plazo para el pueblo palestino.

«No sólo es posible, creo que va a ocurrir, que habrá un acuerdo de paz firmado para cuando termine mi mandato», el 20 de enero de 2009, según dijo en una rueda de prensa tras un encuentro de algo más de una hora con el presidente de la ANP, Mahmud Abas.

«Tengo confianza de que, con la ayuda apropiada, emergerá un Estado palestino», afirmó Bush. «El ‘statu quo’ no es aceptable», añadió el presidente. Abas también dijo tener «gran esperanza» de que durante este año su Gobierno pueda alcanzar un acuerdo «final» de paz con Israel.

Bush habló bajo un retrato de Yaser Arafat, el líder palestino con el que se negó a reunirse y que murió en 2004, tras dos años en los que fuerzas israelíes lo mantuvieron sitiado en la Mukata, que fue prácticamente destruida. Arafat está enterrado en el mismo complejo, pero Bush no visitó el mausoleo.

El mandatario estadounidense debía haber llegado en helicóptero a Ramala, pero una intensa niebla le obligó a hacer en automóvil el trayecto de unos 40 minutos desde Jerusalén por las lomas de caliza de la tierra más disputada del mundo hasta Ramala.

El convoy, compuesto de 45 vehículos por la rotunda presencia de agentes del servicio secreto, atravesó el muro de seguridad que cerca a los palestinos, pero no paró en los puestos de control israelíes.

Bush dijo entender la «frustración» de los palestinos a causa de esos controles, pero destacó que «la seguridad de un Estado es esencial … y los puestos de control reflejan esa realidad». Expresó otras opiniones, sin embargo, que complacieron a los palestinos. Dijo, por ejemplo, que su futuro estado debe ser «un territorio contiguo» y añadió: «Un queso suizo no va a funcionar». Mientras, Abas asentía en señal de aprobación.

Además, el presidente de Estados Unidos dijo estar en desacuerdo con medidas tomadas por Israel que han socavado la autoridad de la ANP y a sus fuerzas de seguridad, y dijo que su Gobierno debe «ayudar, no obstaculizar» la modernización de la policía palestina.

Abas, un líder debilitado internamente por la emergencia del grupo islámico Hamas, recibió a Bush con alfombra roja y guardia de honor, y abundó en el carácter «histórico» de la visita.

Mientras las inmediaciones de la Mukata estaban desiertas y ni siquiera se veían rostros en las ventanas, pues la ANP había advertido a los vecinos que no se asomaran, en una plaza céntrica de Ramala, unas doscientas personas se manifestaron entre gritos de «Bush, criminal». La policía palestina disolvió la protesta con gases lacrimógenos. Pese a esa protesta, en la Mukata Abas señalaba que la visita de Bush había dado a su pueblo «una gran esperanza».

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