El presidente de Italia disuelve las Cortes para convocar elecciones anticipadas

(EFE / PD).- El presidente de la República de Italia, Giorgio Napolitano, ha disuelto hoy las Cortes, paso previo para la convocatoria de elecciones para resolver la crisis de Gobierno abierta tras la caída de Romano Prodi el pasado 24 de enero.

Napolitano se reunió con Prodi esta mañana que firmó el decreto de disolución del Senado y la Cámara de los Diputados.

Las elecciones deben celebrarse dentro de los 70 días posteriores; es decir, como máximo el 15 y 16 de abril.

Mientras tanto, los partidos han empezado a organizarse para esas elecciones que, según los sondeos, ganaría el ex primer ministro y empresario Silvio Berlusconi, junto con sus aliados democristianos y derechistas.

Napolitano tomó la decisión de disolver las cámaras tras fracasar la misión que encomendó a Marini para sondear la posibilidad de lograr un consenso con el que reformar la ley electoral antes de los comicios anticipados.

La crisis de Gobierno se abrió el 24 de enero cuando el primer ministro, Romano Prodi, perdió la confianza del Senado, después de que un pequeño grupo democristiano, la Unión de los Demócratas para Europa (UDEUR), abandonase la colación que apoya el Ejecutivo.

Ese abandono se produjo tras ser acusado de corrupción el líder de la UDEUR, Clemente Mastella, que en ese momento era ministro de Justicia.

Desde entonces, los esfuerzos de Napolitano se centraron en intentar cambiar la ley electoral, una petición sostenida no sólo por el centroizquierda sino por un amplios sectores de la sociedad, ya que favorece la creación de grandes coaliciones con multitud de partidos.

Ese minifundio político está considerado como uno de los principales causantes de la inestabilidad del Gobierno, ya que formaciones con una representación parlamentaria mínima, como la UDEUR, que contaba con un 1,4% de los votos, pueden formar y deshacer gobiernos con gran facilidad.

La celebración de las elecciones pone en peligro la gestación del Partido Demócrata, cuyo principal objetivo es acabar con ese minifundio y crear un partido fuerte, unido entorno a un programa de gobierno de centro progresista.

Su líder, el alcalde de Roma, Walter Veltroni, ha repetido ese mantra al declarar que el Partido Demócrata acudirá sólo a las urnas y que no volverá a repetir la experiencia de la Unión de Romano Prodi, en la que había 16 partidos. Esa postura es criticada desde los partidos de izquierdas, ya que le reprochan que esa actitud provocará de nuevo la llegada de Silvio Berlusconi al poder.

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