(Agencias / PD).- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha pedido en la base espacial de Kourou, en la Guayana Francesa, «una estrategia razonada y coherente» para la política espacial europea, y se ha mostrado «convencido» de que la exploración del planeta Marte «sólo puede ser mundial».
Propuso, por ello, a los socios de Francia en la Agencia Espacial Europea (ESA) y en la Unión Europea, «reflexionar juntos en el marco de un diálogo con Estados Unidos y con las otras potencias espaciales» para organizar «nuestro esfuerzo».
La «prueba real de la madurez de las naciones» del planeta será, en su opinión, «construir» el proyecto de enviar astronautas a Marte.
«Porque Marte esta ahí y Marte es accesible a las tecnologías disponibles para la humanidad, no podemos rechazar intentar esta aventura», añadió.
«Cada cual podrá tomar su parte, con sus capacidades y sus elecciones privilegiadas», precisó, al evocar su idea de que el espacio ha de explorarse «sin exclusividad ni apropiación por una u otra nación».
Estimó que Europa posee «sectores de excelencia» donde aportar sus talentos, en particular en materia de «exploración robótica, transporte de material» y «tecnologías espaciales».
Asociación con EEUU
Agregó que, «por su capacidad financiera, su competencia técnica y científica», así como por la «voluntad política que les anima», EEUU está dispuesto a lanzarse a la aventura de explorar Marte, y Europa debe proponer «elaborar una asociación responsable que saque partido de las fuerzas de cada cual para construir juntos un proyecto compartido».
En cuanto a la política espacial francesa y europea propiamente dichas, el jefe de Estado francés subrayó que el general de Gaulle «hizo ya el viaje a Guayana para poner las bases de la aventura espacial francesa y después europea», y fundó en Kourou «el acceso de Francia al espacio», que él propuso europeizar.
Citó su deseo de que Europa «redefina el papel y la posición del Centro Espacial donde trabajamos hoy», en la Guayana, región «ultraperiférica de la UE» y posición única que «Francia está orgullosa de poder ofrecer» a sus socios, a los que quiere dar todas las garantías «sobre la disponibilidad de esta infraestructura vital».