(EFE / PD).- Un total de 80 personas han fallecido y decenas han resultado heridas en un atentado perpetrado hoy en una concentración de personas que presenciaba una carrera de perros en Kandahar, al sur de Afganistán, según ha anunciado el gobernador de la provincia, Asadullah Khalid, en una conferencia de prensa.
El gobernador confirmó que se trata de un atentado suicida y que el terrorista hizo estallar la carga explosiva que portaba en una competición canina en la calle.
Es el atentado más sangriento cometido en Kandahar, cuna de los talibán, que permanecieron en el poder desde 1996 a 2001 cuando fueron desalojados del poder por una coalición internacional y que llevan a cabo una insurrección para recuperarlo.
«El número de víctimas es elevado», ha asegurado Zemaraï Bashary, portavoz del Ministerio del Interior. «Decenas de personas han sido asesinadas y otras decenas han resultado heridas» durante el ataque, añadió el portavoz.
Un corresponsal de la agencia France Presse pudo contar un total de 25 cadáveres e indicó haber visto numerosos restos humanos junto a ropas llenas de sangre. Entre las víctimas de la explosión en la zona de Kandahar, bastión de los talibán, hay seis niños.
Pasatiempo popular
Hafizullah, un policía que se encontraba en el lugar, relató que 70 personas, incluidas varios policías, habían resultado muertas o heridas. El pánico cundió en la concentración y decenas de personas corrieron gritando en todas las direcciones en el lugar de la explosión, que fue provocada por un atentado suicida, según el testigo Ahmad Khan. Las peleas de perros son un pasatiempo popular en Afganistán.
«Centenares de personas se habían concentrado y el combate de perros ya había comenzado cuando estalló la explosión. Ha sido un atentado suicida», ha asegurado el testigo.
«Mi hermano ha sido asesinado. Tenía 23 años. Nos habíamos juntado para hacer un pic-nic», ha declarado Yaqoub, un adolescente repleto de lágrimas. Las víctimas han sido evacuadas a los hospitales cercanos, mientras un fuerte cordón de seguridad rodea la zona.
El atentado todavía no ha sido reivindicado, pero este tipo de ataques generalmente son atribuidos a los talibán, que fueron desalojados del poder en 2001 por una coalición internacional, debido a su apoyo a Al Qaeda.
En la conflictiva Kandahar y en las provincias meridionales de Afganistán los combates entre la insurgencia talibán y las tropas internacionales y afganas son constantes. Es en estas regiones, donde predomina la etnia pastún, la propia de los talibanes, se concentra el grueso de las fuerzas insurgentes. Su principal blanco son las instituciones del Estado y los 60.000 soldados extranjeros que apoyan al Gobierno de Hamid Karzaï.
