El Gobierno autoriza la extradición a Argentina del represor Ricardo Miguel Cavallo

(PD / Agencias).- El Gobierno ha autorizado la extradición a Argentina del ex militar Ricardo Miguel Cavallo, alías ‘Sérpico’, para que sea juzgado en su país, según ha anunciado la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

La decisión del Gobierno se produce después de que, el pasado día 22, las autoridades de México autorizaran a España a «reextraditar» a Cavallo a Argentina.

Allí será juzgado por su implicación en las torturas y asesinatos cometidos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la dictadura (1976-1983).

Cavallo, procesado por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, se encuentra en prisión en España desde que el 29 de junio de 2003 fuera extraditado por México, donde había sido detenido el 24 de agosto de 2000. El imputado había sido identificado por víctimas del régimen militar argentino (1976-1983) como el capitán de corbeta Miguel Angel Cavallo, alias ‘Serpico’ y ‘Marcelo’, y la Suprema Corte de Justicia mexicana dictó una resolución para su procesamiento por terrorismo y genocidio que permitió conceder la extradición a España.

Hasta su arresto, Cavallo se ocultaba bajo el nombre de Ricardo y el cargo de un discreto director general del Registro Nacional de Vehículos de México.

Una vez en España, el ex militar fue imputado, según el auto de procesamiento dictado por la Audiencia Nacional, por su presunta participación en «detenciones, secuestros, traslados, desapariciones, torturas físicas y psíquicas con reducción a servidumbre de las personas en la Escuela de Mecánica de la Armada, así como de la muerte de diferentes personas». A estas imputaciones se añadían las de secuestro, desaparición de personas, robo de vehículos y saqueo de viviendas durante su paso por la ESMA.

El abogado y profesor de Derecho Penal Manuel Ollé, presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, aseguró en 2004, en declaraciones a EL MUNDO, que «la más digna de las reparaciones que se les puede brindar a todas las víctimas es la Justicia. Es decir, que un día todos los genocidas estén sentados en el banquillo».

Ollé se refirió entonces a la extradición de Cavallo desde México a Madrid con estas palabras: «España demostró en el año 2000 que la Justicia se acaba imponiendo y que el reconocimiento de los derechos humanos ha dejado de ser una utopía».

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