(PD).- Dmitry Medvédev, el hombre escogido por Vladímir Putin para sucederle, ha ganado con rotundidad las elecciones presidenciales celebradas este domingo en Rusia, cuya transparencia ha sido puesta en duda tanto por los escasos observadores internacionales que han podido seguir sobre el terreno la votación como por la oposición, que ha anunciado que contestará «la farsa» en la calle.
Su abrumadora victoria, con un apoyo del 68%, se daba por descontada, pero la incógnita sigue estando en saber si desplegará una política al margen de los dictados de Putin.
Por sus primeras declaraciones parece que no será así. En una rueda de prensa en Moscú, Medvédev ha garantizado que su Gobierno, cuya composición no se desvelará hasta después del 7 de mayo, día elegido para la investidura, será una «continuación» de la presidencia de Putin.
Dmitri Medvédev, de 42 años, que se convertirá en el jefe de Estado más joven de la historia de la nueva Rusia, también ha dicho que su Ejecutivo será consensuado con Putin, que a partir de ahora ostentará el cargo de primer ministro. En todo caso, Medvédev ha aclarado que será el presidente, y no el primer ministro, quien diriga la política exterior del país.
Sobre sus futuras atribuciones subrayó que, en línea con la Carta Magna, será él, y no el primer ministro, quien marcará la política exterior de Rusia en los próximos cuatro años, y dijo que su primera visita al extranjero será a un país de la comunidad pos-soviética.
«La oficina del presidente se encuentra en el Kremlin, y la del Gobierno y del primer ministro está en la Casa Blanca», sede del Ejecutivo ruso, dijo para explicar el reparto de facultades dentro de su tándem con Putin.
La victoria del candidato del Kremlin es «fruto de la situación socio-económica en el país y del tándem político que forman Medvedev y Putin», dijo Serguéi Sobiánin, jefe del Gabinete de la Presidencia, quien anunció que la ceremonia de investidura tendrá lugar el 7 de mayo próximo.
Mientras, según la CEC, el candidato comunista a la Presidencia, Guennadi Ziugánov, consigue el 17,77% de los votos, seguido del ultranacionalista Vladímir Yirinovski, con el 9,73%, mientras que el masón Andréi Bogdánov logra el 1,29%.
Kaspárov denuncia una farsa
Entretanto, la oposición rusa ha convocado para hoy dos marchas en Moscú y San Petersburgo para protestar por la «farsa» electoral. «Las protestas comenzarán a la misma hora en ambas ciudades, a las 17.00», ha anunciado Ludmila Mámina, portavoz de La Otra Rusia, movimiento que convocó el acto y que incluye a liberales, nacionalistas y activistas de izquierda.
Entre los que han confirmado su presencia se encuentra el ajedrecista Garry Kaspárov y los activistas del Frente Cívico Unido (FCU), formación que fundó en 2005 para desbancar al presidente Putin.
