Francia niega la eutanasia a una mujer que padece un tumor incurable

Francia niega la eutanasia a una mujer que padece un tumor incurable

(PD / EFE).- El Tribunal de Gran Instancia de Dijon ha rechazado finalmente la demanda de la francesa Chantal Sébire, para que se le practicara la eutanasia activa. La paciente sufre un tumor incurable.

El tribunal ha seguido la petición de la Fiscalía, que había solicitado que no se admitiera la demanda de la enferma por considerar que no podía ser tenida en cuenta «en el estado actual de la ley».

Sébire, una maestra de 52 años y madre de tres hijos, había acudido ante la justicia ante los fuertes dolores que le provoca su enfermedad, un tumor nasal poco común que además le ha desfigurado el rostro.

Solicitó a la justicia que permitieran que uno de los médicos que la atiende fuera autorizado a «suministrarle las sustancias necesarias para que su vida terminara de forma digna y serena», pero el tribunal de Dijon considera inaceptable la petición «, tal como había indicado el fiscal de la República.

Por el momento no ha habido una reacción de la afectada, que recientemente había señalado que no apelaría la sentencia en caso de serle desfavorable pero dejó claro que estaba dispuesta a viajar al extranjero, en concreto a Suiza, donde la eutanasia es legal.

El caso de Chantal Sébire ha reabierto en Francia el debate jurídico, social y político sobre la eutanasia. Ésta era la primera ocasión en la que la justicia francesa se enfrentaba a una demanda de este tipo desde la ley de 2005 sobre el derecho de los enfermos.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, le ha propuesto contar con una nueva opinión médica, mientras el primer ministro, François Fillon, y la titular de Justicia, Rachida Dati, se han mostrado en contra. «La medicina no está ahí para administrar sustancias letales», dijo Dati.
Sólo una opción

Sébire, después de haber acudido a un programa de televisión para reclamar que «se le acompañe dignamente a la muerte», llevó su caso a la Asociación para el derecho a morir dignamente.

Su abogado cree que, de aplicarse la llamada ley Leonetti del 22 de abril de 2005, que reconoce a los enfermos terminales el derecho a rechazar un tratamiento y aliviar su sufrimiento, Sébire sólo tiene una posibilidad: pedir la sedación terminal, es decir, entrar en un coma artificial sin comida ni agua hasta la muerte, una opción a la que ella se niega porque le parece una «agonía indigna».

Chantal Sébire quería beneficiarse de un «suicidio médico» asistido, según un método que ya existe en países como Bélgica, Países Bajos o Suiza.


ENLACES RELACIONADOS

«Sarkozy, déjame morir, por favor»

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído