Los líderes de la OTAN, reunidos en Bucarest, han acordado dar luz verde a la invitación para que Croacia y Albania ingresen en la Alianza Atlántica, pero han pospuesto la decisión sobre Macedonia por los recelos expresados por Grecia.
Al término de una cena de trabajo de los ministros de Exteriores aliados, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos ha dicho que su colega griega, Dora Bakoyani, ha trasladado al resto de socios su negativa porque, ha dicho, «su país no está en condiciones de invitar a Macedonia a la Alianza», con lo que sólo se podría abrir mañana la puerta a Croacia y Albania.
Grecia había amenazado con vetar la entrada de la ex república yugoslava hasta que la disputa sobre la denominación de Macedonia, nombre que comparte con una provincia griega, sea resuelto.
Trabas para Ucrania y Georgia
El desacuerdo también permanece en lo relativo al ingreso de Ucrania y Georgia. Así, Moratinos ha destacado la «intensa discusión» que ha generado en la cena entre los ministros la eventual concesión a Ucrania y Georgia del «plan de acción» para la adhesión, «porque varios países mantienen sus reservas a concederles ese privilegio».
James Appathurai, portavoz de la OTAN, ha dicho, por su parte, que Ucrania y Georgia podrían eventualmente colocarse en el camino hacia el ingreso en el organismo militar, pero es poco probable que lo hagan ahora, durante la cumbre de Bucarest. Preguntado sobre la posibilidad de que la reunión de la OTAN de mañana tome esa decisión, ha dicho: «No lo espero».
Al término de la cena, un representante estadounidense, que ha hablado bajo la condición del anonimato, ha reconocido que Bush no había logrado uno de sus principales objetivos, que los aliados ofrecieran a Ucrania y Georgia un «Plan de Acción» (MAP), la etapa preliminar a un ingreso de pleno derecho en el futuro.
En declaraciones a los medios de información que acompañan al presidente George W. Bush, el alto funcionario ha admitido que «cómo proceder con respecto a este asunto no ha quedado resuelto».
Alemania y Francia encabezan un grupo en el que también figuran España, Italia, Portugal y los tres países del Benelux contrario a la adhesión de estos dos ex territorios soviéticos. Angela Merkel ha dicho a su llegada a la capital rumana que es «demasiado pronto» para que Ucrania y Georgia sean admitidos en el Plan de Acción para la Adhesión. En todo caso, la canciller alemana había señalado que «la puerta está abierta» para esas dos ex repúblicas soviéticas.
«!Hola, hola, felicidades!»
Habían quedado en «charlar» en Bucarest, pero por el momento la conversación ha sido escueta. «!Hola, hola, felicidades!». El presidente de EE UU, George W. Bush, ha saludado de esta manera al jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, al inicio de la cena ofrecida por la presidencia de Rumanía que ha dado comienzo a la cumbre de la OTAN.
Fuentes del Ejecutivo han informado de este primer contacto entre ambos mandatarios y han señalado que sigue abierta la posibilidad de que mantengan un encuentro más prolongado a lo largo de la cumbre.
Zapatero ha llegado puntual al Palacio Cotroceni de Bucarest, donde se celebra la cena de inauguración de la Cumbre de la Alianza. Bush ha sido el último en aparecer. El jefe del Ejecutivo español había conversado ya con varios jefes de Estado y de Gobierno de países de la OTAN, principalmente con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el presidente francés Nicolás Sarkozy. Instantes después, Bush ha entrado en la sala y al pasar por detrás de Zapatero, ya sentado, le ha saludado y le ha felicitado por su victoria el pasado 9 de marzo.
En la distribución de los comensales, el protocolo ha colocado a Bush y Zapatero separados por tres sillas. A la cena han asistido los 26 jefes de Estado y de Gobierno de los países aliados.
