Zapatero se queda solo en Bucarest

Zapatero se queda solo en Bucarest

Zapatero suma una nueva pifia en el plano internacional a dar la imagen de un paria en la Cumbre de la OTAN. Frustrado el anunciado encuentro con Bush, -saldado con un escueto «Hola hola, felicidades»,- ZP sumó a su lista de conquistas la de un periodista extranjero, que le interceptó por el pasillo no para preguntarle acerca de la cumbre, sino para pedirle un autógrafo.

Fueron diez minutos eternos… sobre todo para Zapatero. El jefe del Gobierno español entra en la sala donde va a celebrarse la cumbre sobre el futuro de Afganistán, con asistencia de 47 mandatarios. Casi de inmediato toma asiento.

Las cámaras de televisión le muestran solo, aparentemente ensimismado en unos papeles que no lee.

A escasos metros George W. Bush departe animadamente con la canciller alemana, Angela Merkel, y el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer.

Otros asistentes, como el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE, Javier Solana, se suman al círculo, cada vez más nutrido.

En un momento determinado, Bush se acerca al asiento contiguo al que ocupa Zapatero y saluda al primer ministro sueco, Friedrik Renfeldt.

Pero ni mira a Zapatero, que por fin charla con alguien: su ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

Bush se aleja. Zapatero sólo se incorpora para estrechar la mano al presidente afgano, Hamid Karzai, a quien Carles Casajuana, asesor de política exterior de La Moncloa, trae del brazo. Como no habla inglés, ZP sólo sonríe al afgano.

La reunión comienza sin que Bush y Zapatero intercambien una palabra.

DE VUELTA A MADRID

El presidente del Gobierno regresó ayer a Madrid sin haber mantenido ni tan siquiera «una charla» con el mandatario estadounidense, pese a que el propio Zapatero no lo había descartado horas antes, al insistir en que «seguramente» iban a hablar, ya que quedaba «bastante cumbre por delante».

Zapatero ha intentado por todas las formas algo más que un saludo fugaz, pero no ha tenido ningún éxito, aunque desde Exteriores se dijo durante una legislatura entera que las relaciones entre EEUU y España eran «excelentes». Tan «excelentes» que ni siquiera se han hecho una foto juntos esa fotografía y que puede resumirse en tres escuetos saludos del tono «hola, hola, felicidades» con el que el presidente norteamericano desde que asumió la presidencia.

Lo cierto es que Zapatero no sale en la foto de la OTAN. Ha quedado aislado y dando una imagen de soledad acuciante. Acostumbrado a la improvisaciones y a las alianzas con socios internacionales como Chávez, Castro o Mohamed VI, ZP regresa de Bucarest con una foto muy distinta de la tenía pensada hacerse.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído