Rumanía, un año después: dos perspectivas

Rumanía, un año después: dos perspectivas

(PD).-Ha pasado algo más de un año desde que Rumanía ingresó en la Unión Europea. Hace unos meses, los ciudadanos rumanos acudieron a las urnas para elegir a sus primeros diputados al Parlamento Europeo. En febrero, la Comisión publicó un informe sobre los progresos de Rumanía en la reforma del sistema judicial y en la lucha contra la corrupción, con resultados de distinto signo. Dos eurodiputados rumanos nos hablan de su país y de su trabajo.

¿Cómo va Rumanía? El 4 de febrero de 2008, la Comisión presentó su evaluación de los progresos hechos por este país en la reforma de su sistema judicial y en la búsqueda de soluciones para el problema de la corrupción de alto nivel. Aunque los mecanismos ya están en marcha, la Comisión lamenta la falta de «resultados convincentes». Así, en sus conclusiones expresa su «preocupación por la falta de resultados convincentes, hasta la fecha, en la lucha contra la corrupción de alto nivel en Rumanía» y recomienda que el país «intensifique sus esfuerzos por avanzar en este ámbito».

Este es el contexto en el que han iniciado su actividad los eurodiputados rumanos elegidos por sufragio directo en su país el 25 de noviembre de 2007. Hemos entrevistado a los jefes de las dos mayores agrupaciones políticas rumanas del Parlamento Europeo: Sorin Frunzăverde, que encabeza el contingente rumano del Grupo del Partido Popular Europeo.Demócratas Europes, y Adrian Severin, su homólogo entre los miembros rumanos del Grupo del Partido Socialista Europeo. Ambos expresan su opinión ante el informe de la Comisión y nos hablan de su país y de sus tareas como diputados al Parlamento Europeo.

Sorin Frunzăverde: los rumanos no son «ciudadanos de segunda clase»

Sorin Frunzăverde encabeza el contingente de dieciocho eurodiputados rumanos en el mayor grupo político del Parlamento, el Grupo del Partido Popular Europeo/Demócratas Europeos (PPE-DE). Nos explica de qué manera esta función le ayuda a perseguir sus objetivos políticos y, en particular, a combatir lo que considera discriminación contra sus compatriotas.

¿Qué puede decirnos de los progresos de Rumanía durante el pasado año? ¿Qué opina del informe sobre la justicia en Rumanía publicado por la Comisión en febrero?

Tras la adhesión de Rumanía a la Unión Europea, muchos rumanos tienen la seguridad de compartir un futuro con la familia europea. La Unión Europea ha contribuido a aumentar la seguridad económica, la inversión exterior y la creación de empleo; también ha traído la ciudadanía europea y movilidad dentro del mercado europeo de trabajo a los rumanos, que ahora tienen, además, la posibilidad de intervenir en el proceso de decisión comunitario.

El informe de la Comisión es correcto y equilibrado. Creo que debemos seguir reformando la justicia rumana.

¿Qué consecuencias ha tenido la adhesión de Rumanía a la Unión Europea en la política de su país, por ejemplo en cuanto a los derechos de las minorías?

La integración europea es un proyecto común de los rumanos y de las minorías nacionales de Rumanía; este proyecto impulsa nuestro esfuerzo común y estimula la armonía interétnica. En 2007, Rumanía siguió respetando y aplicando las normas europeas en lo relativo a minorías nacionales, y lo hizo en todos los terrenos: educación, cultura, administración, uso de la lengua materna y representación política de nivel local y central.

La UDMR (Unión Demócrata Húngara de Rumanía), el partido que representa a la minoría húngara , forma parte del gobierno de coalición. En el Parlamento rumano están representadas otras dieciocho minorías que participan en el proceso legislativo. Creo que Rumanía en un modelo en cuanto a la protección de las minorías, y que este modelo puede ser útil para otros países.

¿Cuáles son sus objetivos personales como eurodiputado?

Como miembro de la comisión parlamentaria de Asuntos Exteriores estoy a favor de la ampliación de la Unión hacia los Balcanes. He propuesto enmiendas relacionadas con la adhesión de la Antigua República Yugoslava de Macedonia en las que pido una mejor representación de las minorías (valaca, judía, romaní, serbia) en el Parlamento de Skopje. También nos empleamos en fortalecer la política europea de vecindad y abogamos por que la UE mantenga estrechas relaciones con la República de Moldova.

En calidad de jefe de la delegación rumana del Partido Popular Europeo en la Eurocámara, lucho contra la discriminación de los rumanos y de otros pueblos de los nuevos Estados miembros. No deben ser considerados ciudadanos de segunda clase en el mercado de trabajo, y sus titulaciones y certificados profesionales deben ser reconocidos. Aprovechando la importancia de la delegación rumana dentro del mayor grupo político del Parlamento Europeo, apoyamos una representación amplia de rumanos en todas las instituciones europeas a todos los niveles. También apoyamos la búsqueda de eficiencia en todas las Instituciones, tal como se estipula en el Tratado de Lisboa.

Adrian Severin: «la realidad no es precisamente halagüeña, pero hay que verla como es»

Adrian Severin encabeza un contingente de diez miembros rumanos del segundo mayor grupo político del Parlamento, el Grupo del Partido Socialista Europeo. Nos habla de las muchas dificultades que habrá que afrontar su país, y aboga por una Unión Europea reformada y más próxima a los ciudadanos.

¿Qué puede decirnos de los progresos hechos por Rumanía durante el pasado año? ¿Qué opina del informe sobre la justicia en Rumanía publicado por la Comisión el pasado 4 de febrero?

Rumanía no hizo grandes progresos el pasado año. Esta es la realidad, y no es precisamente halagüeña, pero hay verla como es. La crisis política permanente debilita a Rumanía en el interior y afecta a nuestra imagen en el exterior. Lo peor es que la inestabilidad política influye en la economía y la sociedad rumanas. Rumanía registra un crecimiento anual del cinco por ciento, pero no cuenta con una base sólida para mantener este ritmo. En el plano social vemos que los rumanos confían menos en los políticos y acusan unos niveles de ansiedad y nerviosismo cada vez más elevados.

El informe de la Comisión refleja la falta de progresos reales en la justicia. La verdad es que el actual punto muerto institucional no podía dar buenos resultados. Es importante saber que sigue existiendo el riesgo de una cláusula de salvaguarda; hasta ahora no se ha hablado de sanciones, porque sólo se trata de un informe provisional.

No quiero parecer pesimista ni exageradamente crítico: a todos nos gustaría decir que sí, que Rumanía ha hecho unos progresos enormes, que ha absorbido muchísimos fondos europeos y que los rumanos viven mejor, pero las cosas no son así y hay que aceptarlo con honradez.

¿Qué consecuencias ha tenido la adhesión de Rumanía a la UE para la política de su país, por ejemplo para los derechos de las minorías?

La adhesión debería significar más eficacia, coherencia y profesionalidad, y aportar el ímpetu de un nuevo comienzo. Pero no podemos hablar de que haya tenido unas consecuencias tan importantes ni tan visibles. Las cosas apenas han cambiado, al margen de que ahora hay más funcionarios rumanos que vienen a Bruselas en visita oficial. Tenemos que ver lo que ocurrió inmediatamente después de la adhesión: cuando quedó atrás el periodo durante el cual la Unión Europea podía emitir informes desfavorables sobre Rumanía, las autoridades dejaron de esforzarse y la voluntad de progreso del gobierno desapareció.

En cuanto a las minorías, no podemos decir que la adhesión haya tenido especiales consecuencias para ellas: en Rumanía, las minorías gozan de plenos derechos, como antes de la adhesión.

¿Cuáles son sus objetivos personales como eurodiputado?

Tengo muchos. Primero, el objetivo general de actuar conjuntamente con mis compañeros de delegación en defensa de los intereses de los ciudadanos rumanos y europeos. Segundo, quisiera demostrar que los rumanos podemos asumir
responsabilidades al nivel europeo, que somos capaces de innovar y encontrar soluciones para los problemas de la Unión Europea. He tenido el honor de ser ponente del informe sobre el reparto de escaños en el Parlamento Europeo y estoy dispuesto a hacerme cargo de otros proyectos importantes para nosotros y para Europa. Tercero, quisiera contribuir a la reforma de la Unión, y a acercarla a los ciudadanos.

Para esto último dedicaré más atención al debate nacional sobre Rumanía y la Unión Europea. Sin una explicación realista de la política europea corremos el riesgo de que los rumanos dejen de interesarse por la aventura europea.

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Autor

Luis Balcarce

De 2007 a 2021 fue Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los diez digitales más leídos de España.

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