Hillary Clinton prolonga el drama

(PD).- Hillary Clinton obtuvo ayer en Puerto Rico lo que probablemente será su última victoria en las primarias demócratas estadounidenses, que concluyen mañana con las elecciones de Montana y Dakota del Sur, donde el favorito es Barack Obama. ¿Será entonces también el final de la carrera presidencial de la ex primera dama?

Nadie puede aún contestar a esa pregunta con certeza. Pero, por lo visto en las últimas horas, da la impresión de que Clinton está dispuesta a prolongar el drama.

La ex primera dama obtuvo el 68% de los votos, mientras que su adversario, Barack Obama, recibió el 32% de los sufragios. Sin embargo, esta victoria llega probablemente demasiado tarde para que la senadora de Nueva York pueda darle la vuelta a la competición por la nominación demócrata.

Según los pronósticos de los expertos, Hillary obtuvo entre 35 y 40 de los 55 delegados que estaban en juego en Puerto Rico, pero aún está muy lejos de poder atrapar a Obama, que cuenta con una sólida ventaja de más de 150 delegados.

Tras la resolución del Comité de Normas y Reglamentos, y los resultados de Puerto Rico, Obama posee unos 2.075 delegados, por unos 1.925 de la ex primera dama. La cifra mágica que pemite sellar la nominación es 2.118, por lo que Obama sólo necesita unos 40 delegados más para convertirse en el candidato oficioso del partido.

Aunque los resultados de Puerto Rico no sirvan para cambiar de forma sustancial las matemáticas relativas a la batalla por los delgados, sí que van que a permitir a Hillary reforzar sus dos principales argumentos ante los superdelegados del partido, que tendrán en sus manos la nomimación demócrata, puesto que es ya imposible que Obama alcance los 2.118 delegados gracias a los delegados de las primarias de Montana y Dakota del Sur.

Las votaciones en estos dos estados, que repartirán un total de 31 delegados, se celebrarán este martes, y cerrarán un ciclo de primarias que empezó hace exactamente cinco meses.

Uno de estos argumentos es que Hillary es la mejor candidata para batir a John McCain en las elecciones presidenciales del mes de noviembre. «Las de Puerto Rico son unas primarias totalmente latinas, y la gran victoria de Hillary demuestra que está en mejor disposición para ganar un grupo de votantes clave en estados del Oeste como Colorado o Nuevo Mexico», declaró ayer Terry McAuliffe, director de la campaña de la ex primera dama, en la cadena CNN.

Para batir a McCain, Hillary

Para reforzar su argumento sobre la mayor elegibilidad de la senadora de Nueva York, McAuliffe agregó que «las encuestas muestran que Obama pierde ante McCain, y Hillary le gana fácilmente».

El otro argumento que está utilizando la campaña de Hillary es que ella es la verdadera ganadora de estas primarias, ya que lidera en el recuento del voto popular. Este argumento es importante, pues los superdelegados demócratas quieren evitar la percepción de que con sus votos están subvirtiendo la voluntad popular.

«Con 17,6 millones de votos, soy la candidata que ha obtenido más votos en la historia de las primarias de este país», proclamó orgullosa desde San Juan ante centenares de seguidores eufóricos, y luego remachó «gracias a vuestros votos nos hemos asegurado que sea la ganadora en voto popular en estas elecciones». Puesto que hay dos ganadores en estas primarias, uno en número de delegados, y el otro en número de votos, Hillary predijo que los superdelegados del partido van a tener una «difícil tarea» al escoger el nominado demócrata.

No obstante, la contabilización del voto popular es un asunto controvertido por varias razones. Para empezar, algunos ‘caucus’ donde ganó Obama no contaron los votos de los ciudadanos que participaron en las votaciones, y es difícil compatibilizar cuanta gente participó.

A vueltas con Michigan y Florida

Además, la inclusión de Michigan y Florida en la compatibilización del voto popular, que Hillary necesita para poder superar a Obama en voto popular, es controvertida, pues los candidatos no realizaron campaña en estos estados, y en Michigan el nombre de Obama no estaba ni tan siquiera en las papeletas. Por lo tanto, en función de cómo se contabiliza el voto popular, el ganador es Obama, o bien Hillary.

En un mitin realizado a las puertas del «palacio del maíz», en Dakota del Sur, Obama explicó que había llamado a Hillary para «felicitarle por su victoria en Puerto Rico». Sin embargo, el senador afroamericano pareció dar por hecho que será el nominado demócrata al decir que «Hillary va a ser un gran recurso en noviembre para derrotar a los republicanos».

Parte de la explicación de la abrumadora victoria de Hillary en Puerto Rico, además de su capacidad de atracción en la comunidad latina, se debe a su mayor inversión en la llamada «isla del encanto». Mientras Obama tan sólo ha visitado Puerto Rico en una ocasión, la senadora de Nueva York se ha pasado los últimos días en esta isla caribeña. Además, Bill Clinton, que aún conserva una gran popularidad en la isla, y su hija Chelsea, la han recorrido de punta a punta durante las últimas semanas.

La jornada del domingo fue la primera vez en varias décadas que Puerto Rico asumía un papel de gran protagonista de la vida política de los EEUU. Después de que España perdiera la soberanía de la isla en 1898, Puerto Rico se mantuvo durante varias décadas en una especie de limbo jurídico.

Ni los partidarios de la independencia, ni los que propugnaban convertirse en un estado más de la unión consiguieron convencer a la mayoría de habitantes de la isla, y de legisladores en Washington.

En 1948, se llegó a una solución intermedia: el estado libre asociado. Los ‘boricuas’, gentilicio con el que se conoce a sus habitantes, son ciudadanos de pleno derecho de los EEUU desde 1917, pero no pueden enviar representantes al Congreso, ni participar en la elección del presidente.

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