(PD).- La escalada de los precios del petróleo tiene efectos devastadores sobre el sector pesquero, lo que ha quedado reflejado en las huelgas protagonizadas por los pescadores en varios países europeos. El miércoles 25 de junio, la comisión de Pesca del Parlamento Europeo acogió un debate en el que eurodiputados, pescadores y armadores debatieron con representantes del Consejo y la Comisión medidas urgentes para paliar la gravedad de la situación.
Desde 2003, los costes asociados a la actividad pesquera han subido un 320 por ciento, a lo que ha habido que sumar ahora la subida del precio de los combustibles, que ha supuesto que el pescado que llega a los puertos europeos suponga hasta un cuarenta por ciento más de coste para los pescadores.
Pesca ilegal
Durante la reunión celebrada en el Parlamento Europeo, el representante de Europêche (asociación de organizaciones nacionales de empresas de pesca de la Unión Europea), Guy Varnaeve, explicó que la pesca es una actividad particularmente sensible a la subida del precio del carburante, y mostró su satisfacción ante las propuestas para el sector realizadas por la Comisión europea. En concreto, celebró la posibilidad de que se planteen nuevas sanciones por pesca ilegal, que podría ser considerada un delito criminal, así como que se abra la posibilidad de que los países miembros de la unión Europea destinen ayudas estatales al sector pesquero.
El presidente de la comisión de Pesca del Parlamento Europeo, el liberal francés Philippe Morillon, también dio la bienvenida a las propuestas de la Comisión, aunque consideró que «estas medidas a corto plazo no pueden resolver los problemas de base del sector».
Solución europea
A su vez, el presidente de la sección de pesca de la Federación Europea de los Trabajadores del Transporte, Ramiro Otero, dijo en representación de los pescadores que desde el punto de vista de los empleados del sector, las propuestas de la Comisión no contribuyen a clarificar la situación, y reclamó una estrategia a largo plazo. «Nuestros salarios dependen directamente de las capturas; no se trata de una nueva crisis en el sector, sino de una crisis prolongada», explicó, por lo que consideró que «es necesaria una solución a escala europea».
Esta idea fue apoyada por varios eurodiputados, entre ellos la española del Partido Popular Europeo Carmen Fraga, quien aseguró que «no hay dinero para reestructurar el sector, y los Estados miembros de la Unión Europea no quieren pagar». Fraga lamentó la falta de ideas nuevas en la propuesta realizada por la Comisión, en la que aseguró que «no hay nada nuevo sobre la crisis». «Muchas de las propuestas de la Comisión proceden, en realidad, del Parlamento Europeo», agregó.
En la misma línea, la francesa de Los Verdes Marie-Hélène Aubert dijo estar «satisfecha porque se reconozca que no se trata de una crisis cíclica, sino estructural», y alertó de que «si queremos resolverla no podemos seguir adoptando enfoques de bajo nivel».
Al margen de la reunión, la vicepresidenta de la comisión parlamentaria de Pesca, la socialista española Rosa Miguélez declaró en exclusiva a esta web que «la crisis es muy severa para algunos navíos que dependen en gran medida del carburante», y consideró que «hay que actuar sobre el eterno problema del precio del pescado en origen que se mantiene al mismo nivel desde hace veinte años». «Hay que dar a este problema una respuesta comunitaria», agregó.
