Sudán exigirá la suspensión de la orden de arresto de Bachir

(PD).- Tras la acusación de la Corte Penal Internacional (CPI) al presidente africano Omar al Bachir por genocidio en Darfur, Sudán ha anunciado que acudirá al Consejo de Seguridad de la ONU para bloquear su orden de detención. El embajador sudanés ante las Naciones Unidas, Abdalmahmud Abdalhaleem ha afirmado que la acción del fiscal jefe del CPI «tendrá consecuencias desastrosas para el proceso de paz» de la región.

El embajador sudanés ante las Naciones Unidas, Abdalmahmud Abdalhaleem, ha dicho que han «pedido a miembros del Consejo de Seguridad que intervengan en este caso», después de que la fiscalía del CPI acusara a Al Bachir de cometer genocidio, crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad.

Ha asegurado que el máximo órgano de la ONU tiene la autoridad para bloquear el proceso porque fue el Consejo el que autorizó en 2005 al fiscal jefe del CPI, Luis Moreno-Ocampo, investigar la violación de derechos humanos en el conflicto de la región sudanesa de Darfur.

«Se debe dejar claro si se está a favor de la paz y de detener el derramamiento de sangre, o primero se está con la justicia, aunque para nosotros eso no es justicia», ha comentado el diplomático sudanés.

Abdalhaleem ha advertido que Jartum «está considerando todo tipo de opciones» para responder a la decisión de la fiscalía internacional, pero no ha aclarado si ello incluía el uso de la fuerza.

No obstante ha afirmado que la acción del fiscal jefe del CPI «tendrá consecuencias desastrosas para el proceso de paz» de Darfur y ha reiterado que «nunca colaboraremos con el CPI».

Abdalhaleem ha señalado que la orden de detención contra Bachir crea «problemas de legitimidad» para el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que «siempre ha acudido al presidente cuando se han presentado dificultades» en las actividades de las Naciones Unidas en Sudán.

Además, el embajador sudanés ha acusado a Moreno Ocampo de «ser un activista, no un jurista» que por motivaciones políticas «colabora con los enemigos de Sudán».

Por su parte, el portavoz de las Naciones Unidas, Farhan Haq, ha asegurado que las acusaciones de la fiscalía del CPI contra Al Bachir de cometer genocidio, crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad «no afectará las actividades de la ONU en Sudán».

Haq declina precisar si la acción de la fiscalía del tribunal internacional impedirá que Ban vuelva a reunirse con Bachir.

Ha indicado que Ban mantuvo una conversación telefónica el pasado sábado con el mandatario sudanés en la que «enfatizó» la independencia de actuación de la fiscalía del CPI y su «carencia de influencia» sobre sus decisiones.

Ban pidió en una declaración al Gobierno de Sudán que garantice la seguridad de las fuerzas de la ONU en ese país, entre las que se encuentran los más de 9.000 integrantes de la misión de paz conjunta de Naciones Unidas y la Unión Africana en Darfur (UNAMID).

El conflicto de Darfur comenzó en enero de 2003 cuando dos grupos armados se rebelaron contra el Gobierno por la situación de pobreza en la que se encontraba sumida esta región.

Desde entonces, unas 300.000 personas han perdido la vida y al menos dos millones y medio de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, según la ONU.

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