Hansjörg Haber, jefe de la misión de observación civil europea en Georgia

(PD).- El diplomático alemán Hansjörg Haber ha sido nombrado hoy por los Veintisiete jefe de la misión de observación civil europea que, compuesta por al menos 200 efectivos, deberá estar desplegada en Georgia antes del 1 de octubre para contribuir al cumplimiento del acuerdo de alto el fuego suscrito entre Tbilisi y Moscú, así como a la estabilidad de Georgia y de la región en términos generales.

Hansjörg ha sido embajador de Alemania en Líbano desde 2007, donde también ha ejercido de oficial de enlace para la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL). Con anterioridad, también ha sido jefe de prensa de la Embajada alemana en Moscú y asesor político en la legación alemana en Turquía, algo que constata sus conocimientos en idiomas como el ruso, además del árabe, turco y el farsí.

La misión, que estará compuesta por al menos 200 observadores, tendrá una duración «inicial» de 12 meses y un presupuesto comunitario de 31 millones de euros ya que los salarios de los efectivos europeos correrán a cargo de los Estados, precisaron. La sede de la misión estará en Tiblisi, la capital georgiana, pero contará también con varias «oficinas regionales».

El Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, celebró en un comunicado que los Estados miembros hayan seguido su recomendación de nombrar al diplomático alemán como jefe de la misión europea en Georgia que estará operativa el 1 de octubre, en cumplimiento con lo acordado entre la UE y Moscú. Los embajadores de los 27 ante el Comité Político y de Seguridad de la Unión Europea acordaron el nombramiento del diplomático alemán.

«Hansjörg Haber tendrá un papel crucial en la confección y lanzamiento de la misión como un hecho clave de los esfuerzos de la Unión Europea para abordar la crisis en Georgia y reforzar la estabilidad en la región», reconoció el jefe de la diplomacia europea en un breve comunicado en el que destacó además la «variedad de cualidades y experiencia en diplomacia», así como en «gestión de crisis» como «activos» propios para la misión.

La misión deberá estar desplegada en torno al 1 de octubre en las zonas adyacentes a las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjazia para garantizar que Moscú cumple su compromiso de retirar sus tropas de dichas zonas una vez que estén desplegados sobre el terreno los observadores internacionales. El despliegue se realizará en «coordinación estrecha» con la OSCE y la ONU.

El presidente francés y presidente de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, y su homólogo ruso, Dimitri Medvedev, acordaron el pasado 8 de septiembre en Moscú que el Kremlin retiraría a todas sus tropas de los territorios adyacentes de Osetia del Sur y Abjazia, es decir, de las denominadas zonas de seguridad decretadas por Moscú, diez días después de que lleguen los observadores internacionales, incluidos al menos 200 europeos.

LOS OBJETIVOS Y LAS TAREAS DE LA MISIÓN

La misión europea tendrá como «objetivo concreto» contribuir a garantizar «la estabilidad en todo Georgia y en la región», según recoge el texto de la acción común, el «instrumento legal y financiero» que permite la creación de dicha misión. «A corto plazo, contribuirá a estabilizar la situación de acuerdo con el acuerdo de seis puntos» que permitió el cese de hostilidades entre las partes, agrega el texto

De forma más concreta «las tareas» de los observadores europeos serán las de «supervisar y analizar la situación en relación con el proceso de estabilización, centrado en el total cumplimiento del acuerdo de seis puntos», auspiciado por Francia. Las tareas incluyen comprobar la retirada de las tropas rusas, que hay libertad de movimiento, denunciar posibles violaciones de Derechos Humanos, supervisar cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario y los principios del Estado de Derecho, de acuerdo con el documento.

La misión también supervisará «la seguridad de las vías de transporte, infraestructura energética, además de aspectos políticos y de seguridad de los desplazados y refugiados» por el conflicto, agrega el texto de la acción común. Asimismo, los observadores tratarán de aumentar la confianza entre las partes en liza «facilitando los contactos entre las partes y otras medidas para aumentar la confianza».

En total, una veintena de países han anunciado su compromiso de participar en la misión europea con efectivos y medios logísticos que guardarán «bastante correlación con el tamaño» de los países, según explicaron fuentes del Consejo de ministros de la UE. Las mayores contribuciones, según fuentes de la oficina de Solana, las aportarán Francia, Alemania e Italia. Sin embargo, falta estudiar todavía «caso por caso» cada una de las aplicaciones.

El contingente con el que España participará en la misión estará compuesto por diez guardias civiles y tres vehículos militares blindados, según fuentes gubernamentales que precisaron ayer que los efectivos españoles permanecerán desplegados «cuatro meses» en la zona a partir de la próxima semana, cuando se espera su despliegue. Los observadores europeos, que no irán armados según la portavoz de Solana, Cristina Gallach, recibirán asimismo formación adecuada para desempeñar sobre el terreno su labor.

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